Con éxito se realizó el vuelo inaugural de la aeronave Sora-e, el primer avión eléctrico tripulado de América del Sur, desarrollado por la ITAIPU Binacional y la ACS Aviation de Sao José dos Campos (SP). Este histórico vuelo, que coloca al Brasil y al Paraguay en la vanguardia del desarrollo tecnológico de aeronoaves tripuladas con propulsión eléctrica, se realizó en la tarde de este martes, en el aeropuerto de Entidad, en Hernandarias.

El acto contó con la presencia del director general brasileño Jorge Samek, la directora financiera ejecutiva, Margaret Groff, responsables de la Asesoría de Movilidad Eléctrica y otras autoridades de la binacional, de ambas márgenes.

El director general brasileño Jorge Samek, la directora financiera ejecutiva, Margaret Groff, y los responsables de la Asesoría de Movilidad Eléctrica posan con el piloto, antes del primer vuelo.

Una veintena de periodistas de Paraguay y Brasil fue testigo cuando, poco después de las 13:30, el Sora-e tomó vuelo ante el aplauso cerrado de los presentes. Un helicóptero, el Skilo: PP-HZB acompañó de cerca a la máquina, mientras realizaba dos rondas para luego aterrizar nuevamente en la pista.

El avión tiene lugar para el piloto y para un acompañante. Fue desarrollado dentro del Programa de Vehículo Eléctrico (VE) de la ITAIPU, a través del convenio con ACS Aviation y la Finep, vinculado al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación del Brasil.

Tras la última verificación técnica, el piloto recibe el saludo correspondiente de los asistentes técnicos y la autorización para el despegue.

Momento histórico. El Sora-e comienza a ganar altura, marcando un hito muy importante para el Paraguay y Brasil.

“Para la ITAIPU es un avance enorme. Hace tiempo que, a través de la Asesoría de Movilidad Eléctrica, está invirtiendo en vehículos eléctricos, que tenemos desarrollados.

Salim Abud Morínigo.

Quisimos apostar también en la parte de aviones. Con los convenios que tenemos con las empresas, estamos siempre investigando y tratando de desarrollar vehículos eléctricos, que tengan una autonomía mayor, porque hoy el problema de los vehículos eléctricos es la autonomía.

Esto para nosotros es el puntapié inicial de una serie de concreciones que vamos a tener, a partir de investigaciones que empezaron hace años”, manifestó el ingeniero Salim Abud Morínigo, de la Asesoría de Movilidad Eléctrica Sostenible.

El profesional explicó que el desarrollo del prototipo implicó a la Itaipu una inversión aproximada de unos 90.000 dólares, lo que es muy bajo, teniendo en cuenta que un proyecto similar de avión ya tripulado, con las mismas características y ya para la puesta en venta estaría en torno a los 900 mil dólares.

Abud añadió que con esto, la Binacional pretende incentivar a las empresas privadas y públicas a que aprovechen esta tecnología y que inviertan en ella, teniendo en cuenta que no agrede al medio ambiente.

Compromiso

El director general brasileño de la Itaipu Binacional, Jorge Samek, manifestó que el vuelo de la Sora-e refuerza el compromiso de ambos países en el desarrollo de tecnologías limpias, con bajo impacto para el medio ambiente. “La ITAIPU ya es referencia en el área de movilidad eléctrica sustentable, con autos y ómnibus eléctricos y sistemas inteligentes para el monitoreo. Ahora también es referencia en el sector aeronáutico”, enfatizó.

Jorge Samek y Celso Novais se mostraron satisfechos por el éxito del primer vuelo del avión eléctrico.

Por su parte, Celso Novais, de la Asesoría de Movilidad Eléctrica Sostenible, manifestó que el interés de la ITAIPU en el proyecto es la de profundizar los estudios sobre materiales compuestos usados en el sector aeronáutico, considerados fundamentales para la reducción de peso de los vehículos eléctricos.

“El avión es un medio de transporte en el que el peso es determinante. Por eso, este know-how nos ayudará a encontrar soluciones para mejorar la autonomía de nuestros vehículos eléctricos”, acotó.

Características

El Sora-e está fabricado con estructura de fibra de carbono. Cuenta con una autonomía de vuelo de una hora y media, con velocidad crucero de 190 km/h, y velocidad máxima de 340 km/h. Está equipado con dos propulsores Enrax, de 35 kW cada uno, y seis packs de batería de litio íon polímero, totalizando 400 volts.

La estructura es de fibra de carbono. La hélice fue fabricada en los Estados Unidos, por la empresa Craig Catto, atendiendo estrictamente las especificaciones del proyecto. Tiene ocho metros de largo y 650 kilogramos de peso.

Las investigaciones para desarrollar el Sora-e comenzaron en 2010, dentro del convenio entre la Asesoría de Vehículo Eléctrico de la ITAIPU, la ACS Aviation y la Finep. La base del proyecto fue el modelo deportivo acrobático ACS-100 SORA, con motor a combustión, producido por la mencionada empresa.

El modelo está en proceso de certificación por la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac) en la categoría investigación y desarrollo.