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Crece la expectativa en torno a la energización de la línea de transmisión en 500 kV, que une la subestación de la margen derecha con la de Villa Hayes. Al decir de algunos miembros del Consejo de Administración de la Itaipu Binacional, esta obra marca un antes y un después en el sector eléctrico del país.

El sistema de transmisión de 500 kv, con 347 kilómetros, es el primer corredor de gran extensión, que vincula a la mayor central de energía limpia y renovable del mundo con la carga del sistema metropolitano de Asunción y alrededores. Su inminente energización genera una gran expectativa en propios y extraños, teniendo en cuenta que dotará de energía al sistema metropolitano, que representa un orden del 60% de toda la demanda eléctrica del país.

Esto permitirá descomprimir el sistema eléctrico paraguayo, beneficiando no solo la calidad en el servicio al hogar, sino también y principalmente, garantizar energía abundante al sector industrial.

Osvaldo Román Romei.

“El impacto va a ser múltiple, porque no se limita a la calidad del servicio en el hogar, sino que desde el momento en que vamos a poder atender las demandas industriales, va significar un salto cualitativo y cuantitativo para la población en general. La presencia de nuevas industrias, de nuevos comercios, van a significar mano de obra, que es lo que necesitamos, necesitamos generar mano de obra, hay una gran cantidad de gente que está ingresando con mano de obra anualmente, y nosotros debemos de generar las condiciones, y una condición es tener energía eléctrica”, manifestó el consejero Osvaldo Román Romei.

El funcionario añadió que la construcción de esta línea de transmisión es una necesidad que se estaba verificando desde hace varios años, y que ahora, gracias al carácter solidario de parte de Paraguay y Brasil, se está concretando.

“Hoy estamos llegando a esta realidad contra viento y marea, pues tuvimos muchas dificultades. Creo que el cronográma fue ajustado, pero se han superado todas las dificultades. Como toda construcción puede tener cuestiones que deban ir siendo corregidas, pero eso pasa en cualquier caso. Uno de los temas tiene que ver con las fundaciones; hemos encontrado que de más de 3000 fundaciones, solamente presentaron inconvenientes en el orden del 2%, eso no es nada en términos de ingeniería”, apuntó.

Román Romei resaltó que la construcción se hizo con todos los cuidados en todas las áreas: técnica, eléctrica, financiera. Eso, según dijo, se refleja en que el trabajo se está concluyendo con un costo final muy inferior a lo estimado inicialmente, lo que implicará un ahorro en torno al 20%, de los 400 millones de dólares previstos al principio. “Son señales importantes de que se hicieron bien las cosas, y evidentemente el sello de calidad de Itaipu, que es un compromiso que tenemos, está inserto en este proyecto”, acotó.

Refuerzo importante

El presidente de la Ande y miembro del Consejo de Administración de Itaipu, ingeniero Víctor Romero, sostuvo que la construcción de la línea de transmisión de 500 voltios, es de vital importancia para el sector eléctrico paraguayo. Añadió que para la institución a su cargo, la obra implica un refuerzo importante para cumplir con la demanda de energía eléctrica en el país.

“Nosotros siempre aclaramos desde el punto de vista de la Ande, que no es la solución de todo el problema eléctrico del país, en el sentido que tenemos todavía deficiencias en nuestro sistema de transmisión y distribución, pero para el sistema de transmisión propiamente dicho, esta obra es de fundamental importancia para el Paraguay y hemos expresado nuestro agradecimiento a la Itaipu Binacional, a todos los trabajadores de la institución que han venido impulsando y llevando adelante esta obra que esperemos que en días más se energice”, mencionó.

Romero sostuvo que la estructura montada a lo largo de la línea es totalmente confiable y segura, por lo que aseguró que la ciudadanía puede quedar tranquila. Añadió que con esta obra quedó demostrado que en la Itaipu Binacional hay funcionarios de primerísimo nivel, gente de ingeniería y de todos los sectores que hicieron posible de que este proyecto llegue a feliz término.

“En obras de esta magnitud siempre hay desviaciones o inconvenientes, sobre todo en lo que a fundaciones se refiere.

Nosotros, en la construcción de la línea de 220 mil voltios en Paraguay, siempre tenemos también dificultades, porque uno no sabe con qué se va a encontrar debajo del suelo, este tipo de dificultades son absolutamente normales”, concluyó.