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El presidente de la República, Fernando Lugo Méndez inauguró este lunes 30 de mayo la “Semana de la Semilla Paraguaya” promovida por organizaciones sociales e indígenas en el marco del proyecto “¡Heñói jey Paraguay! Nuestra semilla, nuestra soberanía” del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE), que cuenta con el apoyo de la Itaipu Binacional.

El director Administrativo, Constancio Mendoza participó del acto de apertura que tuvo lugar en el predio del ex Seminario Metropolitano de Asunción y se refirió a la importancia de este evento. “Lo que se está haciendo aquí es de impacto nacional y central, porque habla de la recuperación de lo enteramente nuestro, que significa recobrar nuestras semillas que en términos paradigmáticos, es la vida. Dentro del programa socioambiental de Itaipu se está apoyando este evento como de interés nacional, atendiendo que varias organizaciones sociales e indígenas del área de influencia de Itaipu están participando de este evento”, sostuvo.

Constancio Mendoza insistió en la importancia del debate que se da a partir de este espacio sobre la soberanía. “Aquí estamos hablando de soberanía alimentaria, por ende, mirando a la soberanía nacional”, sostuvo Mendoza.

Miguel Lovera, titular de la SENAVE, explicó que el tema de las semillas es clave porque es intrínseca a la soberanía. “Es comparable a la proeza que hace poco culminamos exitosamente con la recuperación de parte de nuestra soberanía energética cuando Itaipu estuvo al centro de todas esas negociaciones. Cuando hablamos de semillas, estamos hablando de soberanía alimentaria, soberanía genética, soberanía productiva; porque un país que dependa de una provisión externa, foránea, es un país debilitado, por lo tanto, para recuperar a cabalidad nuestra soberanía, debemos conservar la soberanía alimentaria”, dijo Lovera.

“Hace un año iniciamos el proceso de inventario de las semillas para saber cuántas semillas son autóctonas y recabar todos los datos. Para hacer ese inventario con seriedad y exactitud, tomará unos cinco años aproximadamente, pero aquí se pueden ver, entre semillas nativas y criollas y algunas plantas medicinales, aproximadamente mil variedades que forman parte de la seguridad alimentaria de las familias de nuestro país”, expresó.
La Semana de la Semilla Paraguaya se extenderá hasta el miércoles 1 de junio, con feria, exposiciones, debates y actos culturales de 08:00 a 20:00 horas.

“El Chaco también existe”

Alfredo Lorenzo, de la comunidad Nivaclé se refirió a los presentes y valoró el encuentro. “Para nosotros es importante lo que se está haciendo y por la semilla”, sostuvo.
“Estamos luchando para preservar nuestra semilla nativa y sabemos la importancia de guardarlas para la próxima cosecha y fortalecer la agricultura familiar. Queremos decir que en el Chaco también hay gente de diferentes etnias que trabaja y quiere progresar”, sostuvo.

“En el Chaco occidental, la tierra es muy distinta a la de la región oriental. Entonces, no todos los agricultores pueden lograr buenas cosechas. En el nombre de la comunidad Nivaclé Unida, le pedimos al presidente de la república y representantes del Ministerio de Agricultura y Ganadería que vayan a conversar en nuestra zona, porque hay mucha gente que quiere mejorar la agricultura y el Chaco también existe”, dijo.

“Nuestra vida era diferente a orillas del Paraná”

Julio Martínez habló en nombre de las comunidades guaraníes. “Nosotros decimos que esto es un paso fundamental, porque estamos hablando de lo que nosotros llamamos “ñane rembi´utee”. Nosotros, los Avá Guaraní y los Mbya Guaraní sabemos bien que nuestras costumbres son parecidas y la forma de conservar nuestras semillas”, explicó.
“Pero es débil, porque cada vez somos menos, principalmente, nosotros los de Alto Paraná y Canindeyú, porque nuestros territorios nos fueron extraídos, nosotros hoy somos inmigrantes en nuestra propia comunidad en medio de los extranjeros, porque en Alto Paraná, teníamos otras costumbres y otra vida en las orillas del río Paraná”, añadió.

“No hay soberanía alimentaria sin garantizar semillas”

Francisca Rodríguez, chilena, representante de la organización “Vía Campesina”, que reúne a organizaciones campesinas de todo el mundo explicó sobre el debate que desde hace siete años se desarrolla en torno a las semillas. “Hace siete años atrás, la segunda Cumbre de Alimentación, buscando los caminos de resolver el hambre, Vía Campesina lanzó una campaña mundial de defensa de las semillas campesinas y criollas, convencida de que no podía haber soberanía alimentaria, sin nosotros no garantizábamos nuestras semillas; y desde hace siete años atrás, las empresas multinacionales, han declarado la guerra a los campesinos y campesinas”, relató.

“Nosotros dijimos “las semillas son un patrimonio de los pueblos”. Y la empresa Monsanto dijo “que bueno que sean patrimonio de los pueblos porque así las industrias las podemos también utilizar”. Y nos duró un año buscar cuál era nuestra defensa y revisar si nosotros no habíamos cometíamos un error y fue aquí, en este país, en Caaguazú, que dijimos “no, las semillas no son patrimonio de los pueblos”, sino que “las semillas son patrimonio de los pueblos indígenas y campesinos que a través de la historia las han conservado y las han puesto a disposición de la humanidad”, sostuvo.