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Las dos dictaduras militares que firmaron el Tratado de Itaipu el 26 de abril de 1973 dejaron como herencia unas relaciones bilaterales asimétricas perjudiciales para el Paraguay. El gobierno del presidente Lugo inició la tarea de la recuperación de la soberanía nacional en Itaipu y en la relación bilateral Paraguay-Brasil como un todo, un largo y difícil camino, en el que ya hemos tenido avances concretos.

La recuperación de la soberanía energética no es apenas un valor en sí; es el paso necesario para que nuestra energía sea herramienta para el desarrollo nacional. No es coincidencia que al mismo tiempo de las acciones diplomáticas exitosas como la referida al inicio, estemos realizando en Itaipu, lado paraguayo, un volumen de inversiones en obras para la infraestructura eléctrica nacional en montos e importancia que no se daban desde la época de la construcción de la represa.

Se adqurió y se están poniendo en funcionamiento dos nuevos autotransformadores en la Sub-estación Margen Derecha y se están repotenciando los cinco que operan actualmente, de manera que el Paraguay de inmediato ya pueda tomar más energía de Itaipu para su consumo interno. Están en marcha obras en construcción y otras en proceso de licitación para la la linea de transmisión en 500 kV y la nueva subestación Villa Hayes que van a adicionar más energía y mayor seguridad al sistema electrico nacional. Y próximamente se lanzará la licitación del seccionamiento de las lineas que salen de la usina, pasan por territorio paraguayo y hoy van directamente al sistema eléctrico brasileño, de forma a que finalmente el Paraguay no solo tenga “derecho” sino también infraestructura para utilizar el 100% de la energía que le corresponde en Itaipu.

Paralelamente las acciones de la empresa en la región van más allá de lo que tradicionalmente se conoce como Responsabilidad Social Empresarial y apuntan a su transformación en una “Agencia de Desarrollo”. En Hernandarias estamos firmemente comprometidos con el poder municipal y el sector privado para generar un parque industrial. En Salto del Guairá y Hernandarias hemos propuesto a las autoridades, y en el primer caso ya estamos implementando, la transformación de esas ciudades con el desarrollo de su vocación turística. En todos los trabajos que la empresa realiza en el área de embalse ahora buscamos desarrollar en la comunidades capacidad de generar riqueza localmente y de forma sustentable.

Por último, y no menos importante, la empresa dotó al Parque Tecnológico Itaipu de nueva orientación y los recursos necesarios para que sea la institución que vincule e integre las capacidades y conocimientos desarrollados en Itaipu y las universidades nacionales y las necesidades tecnológicas del sector privado (sean empresas o cooperativas de productores). Las experiencias en nuestro país de integración empresa-universidad son incipientes. El PTI va a impulsarlas para fortalecer una economía nacional con mayor valor agregado, con más empleo para compatriotas y más conocimiento producido por paraguayos y paraguayas incorporado a la producción nacional.

La triplicación de lo que el Brasil nos paga por la energía paraguaya de Itaipu fue un hecho histórico y debe servir para crear un fondo destinado al desarrollo. Y esos recursos llegarán al país en un momento en que toda la empresa en su margen paraguaya está dedicada a ser un factor clave del desarrollo nacional.

Gustavo Codas

Director General Paraguayo de Itaipu Binacional