El Comité de Equidad de Género y la Superintendencia de Recursos Humanos de la Itaipu Binacional desarrollaron este viernes 19 de noviembre el taller “Mayor productividad empresarial significa invertir en el bienestar de los empleados” en el Hospedaje “Tupasy Marangutu” de Caacupé.

Sara Centurión de Radice, Coordinadora del Comité de Equidad de Género señaló que esta es la quinta acción corporativa realizada en el ámbito de la salud mental y emocional de los empleados. Al menos, unas 42 empleadas participaron del encuentro.

“Lastimosamente, no vinieron los varones, pero conste que en otras actividades hemos tenido la participación de compañeros y esperamos que a partir de los testimonios que van a llevar las participantes de hoy, se sumen a otras actividades, porque el Comité no es exclusivo de las mujeres”, señaló.

“La empresa es muy consciente de la importancia de este tipo de inversiones, esta actividad la hacemos con la Superintendencia de Recursos Humanos y en ese sentido agradecemos a Nelson Ojeda, quién desde un comienzo apoyó esta iniciativa”, explicó Sara de Radice.

El Comité de Equidad de Género fue creado con el objetivo de promover la igualdad entre el hombre y la mujer en el marco del respeto.

Nueva tendencia: cuidar el factor humano en la empresa

“Los empresarios se están dando cuenta hoy en día que es importante cuidar el factor humano de la empresa, y la dimensión emocional de la gente es la más difícil de manejar muchas veces. Uno puede incentivar económicamente a alguien, pero si esa persona no está contenta, no está conforme, no está agradecida y no tiene pertenencia con su grupo, si no se siente parte de algo más grande, su tarea, su productividad puede verse perjudicada. Lo que hacen estas técnicas es traerle paz, equilibrio a la persona, para aumentar la concentración, mejorar la productividad, poder tomar responsabilidad y poder trabajar en equipo”, señaló Matías Quinn, quien es instructor de Fundación El Arte de Vivir, que promueve la calidad de vida a través de buena alimentación, buena respiración y buen funcionamiento el cuerpo.

Quinn fue el instructor del taller que incluyó técnicas de yoga, respiración, ejercicios y caminatas en contacto con la naturaleza.

“La motivación no es sólo un buen salario”

Natalia Fernández afirma que el sólo contacto con la naturaleza del lugar cambió su ánimo. “Las empresas entienden hoy que esto no es más “un gasto” sino una “inversión”, ya que un empleado con calidad de vida es más productivo”, explicó.

“Sólo la buena remuneración, por más importante que sea la suma, no es por sí misma una motivación en el trabajo. Los empleados deben sentirse valorados, importantes y productivos en lo que hacen para estar motivados”, señaló Fernández, quien opina con propiedad pues trabaja en la Secretaría de la División de Recursos Humanos, cuya función es promover el bienestar del empleado.

“Trabajadores tienen derecho al esparcimiento”

Para Carmen Crossa, del área de Auditoría y participante del taller, los trabajadores tienen derecho al esparcimiento. “Las empresas no privadas y las empresas públicas de nuestro país no invierten por lo general en este tipo de actividades para sus empleados. Tenemos la suerte de estar en una empresa que sí valora la calidad de vida, el vivir bien”, señaló.

“Los trabajadores tienen derecho a este tipo de esparcimiento y a mucho más, por ejemplo, a tener participación en las utilidades como tenemos en la binacional. Si la riqueza no llega abajo, al trabajador y al obrero, siempre va a haber delincuencia y nunca vamos a tener paz; aquella paz que venimos a aprender acá, que es muy lindo en este ambiente, pero al llegar a las ciudades otra vez volvemos a otra realidad donde la violencia es lo constante”, señaló Carmen Crossa.

“Siempre se aprende algo nuevo”

Marta de Feliú, quien trabaja en la dirección Técnica y es empleada de la Itaipu desde hace 21años, valoró la oportunidad de estar en contacto con la naturaleza y el aprendizaje.

“Me parece muy importante, esto reditúa directamente en nuestro trabajo después. Sería importante que todos accedieran y ayude en el crecimiento personal y profesional, ojalá cada vez se sumen más compañeros y compañeras”, explicó.

Agregó que los gerentes deben entender la importancia de este tipo de actividades por la influencia que puede ejercer en el ánimo, el rendimiento y la productividad de los empleados. “Este tipo de eventos ayuda a la autoestima, al equilibrio y autocontrol. Cuando el empleado logra conquistar todo eso, ayuda al trabajo y a la familia. Un empleado en buenas condiciones implica un trabajo eficaz y eficiente”, expresó.

“Rescatamos la alegría”

Melba Penoni trabaja desde hace 29 años en la Entidad Binacional y advierte de la importancia de que las jóvenes que ingresan al cuadro deben ir involucrándose e identificándose con la empresa para poder disfrutar de los beneficios de ser parte de Itaipu.

“Que no sea un lugar dónde uno va, cobra su sueldo y ya está. Rescatamos la alegría, eso se notó cuando veníamos, aprovechamos al máximo el lugar, el curso y es algo que hay que seguir haciendo dentro de la Entidad; nos gustaría que los directores y gerentes hagan, pero para que ellos quieran hacer, es importante nuestro testimonio”, expresó.