Foto: 

2019-03-26 web-Estudiante.JPG [1]

Oscar Molas es un joven limpeño de 19 años que trabajó durante dos años como empaquetador de mercaderías en un supermercado de su ciudad; actualmente su vida transcurre entre libros técnicos, escuadra, transportador y compás, en su carácter de estudiante de la carrera de Arquitectura, mediante la beca universitaria de ITAIPU que obtuvo en la convocatoria del año pasado.

El estudiante compartió su historia de vida para animar a sus pares a vencer obstáculos y apostar a una formación profesional.

A los 16, Oscar consiguió el empleo a través del Programa de Aprendizaje para adolescentes del Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP). Asistía al colegio en la mañana y luego del almuerzo se preparaba para ir a trabajar. Su rutina era ayudar a los clientes a empaquetar y a transportar sus compras.

Confesó que su primer empleo le permitió ayudar a su madre con ciertos gastos menores y cubrir algunas necesidades personales. “Las propinas de los clientes eran mi retribución y no me puedo quejar, me iba muy bien”, comentó.

Recordó que gracias a esta experiencia pudo hacer muchos amigos y que hasta el día de hoy cuando va a hacer compras en dicho supermercado, las personas lo reconocen y le saludan amablemente.

Estos años de trabajo forjaron su carácter, logró fortalecer sus capacidades, adquirir valores y definir objetivos en la vida. Fue así como decidió buscar oportunidad para seguir una carrera universitaria.

Oscar precisó que el desafío no era nada sencillo, por la condición económica de su familia; es hijo de madre soltera y tiene dos hermanos. Animado por su abuela, se presentó en la convocatoria 2018 para las becas ITAIPU. Gracias a su dedicación al estudio logró obtener un cupo para estudiar la carrera de sus sueños, Arquitectura. Actualmente cursa el tercer semestre en una universidad privada de Asunción y se dedica plenamente al estudio.

“Sin un duro esfuerzo diario, no sería posible mantener el promedio exigido para renovar la beca. Se trata de un orgullo que tiene su desafío y sus dificultades, pero es algo que te da una satisfacción inmensa”, puntualizó el becario al referirse a las exigencias que establece el Programa de Becas de la Binacional.

A mediano plazo, Oscar se ve convertido en un arquitecto, retribuyendo a la sociedad con sus conocimientos adquiridos. Instó a sus contemporáneos a no dejar de perseguir sus sueños de convertirse en profesionales, por encima de cualquier dificultad.