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Técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) iniciaron este miércoles, 31 de enero, el proceso de capacitación y provisión de materiales para que las familias del Barrio San Francisco puedan tener su propia huerta. Este plan piloto busca fomentar la cultura de la autogestión y la seguridad alimentaria.
Los efectos positivos de las huertas familiares sobre la salud de las personas y del medio ambiente sustentable, impulsaron a un grupo de familias del Barrio San Francisco a participar del plan piloto denominado “Huerta en casa”.

En el nuevo modelo de ciudad está naciendo la semilla de la dignidad y del trabajo comunitario, teniendo como protagonistas a personas que, hasta hace unos meses, solo conocieron la desdicha de las inundaciones, y ahora apuntan a salir adelante.

Para este fin, técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería, apoyados por la organización Hábitat para la Humanidad-Paraguay, contratada por la ITAIPU Binacional para la implementación del Plan de Desarrollo Social, iniciaron desde hoy el curso de capacitación y la entrega de materiales para la preparación de las huertas. Los productos cultivados servirán para el consumo de las familias.

Huertas elevadas

El plan piloto consiste básicamente en enseñar a las familias el montaje de huertas elevadas, hechas con maderas de palet, forradas en un semi-fondo con plástico para jardinería y utilizando otros materiales reciclables, como botellas y botellones plásticos.

Los ingenieros Martín Paredes y Sergio Fernández, técnicos del MAG, son los encargados de capacitar a las primeras familias para realizar las huertas orgánicas, que, a su vez, les servirá como fuente de seguridad alimentaria.

Variedad de hortalizas

El ingeniero Fernández explicó que en la huerta elevada se podrán cultivar lechuga, acelga, cebollita de verdeo, entre otras hortalizas. Igualmente, se tiene previsto plantar tomate y locote. Las frutas también tendrán su espacio, como acerola, zarzamora y el mburucuyá.

Las familias que participaron de la primera jornada de capacitación estaban entusiasmadas ante la posibilidad de tener su propia huerta y producir hortalizas frescas para alimentar a sus hijos, de manera saludable. Además, lentamente, están venciendo la mentalidad del “no se puede”, ya que en un espacio reducido pueden generar una huerta orgánica que les será de gran utilidad.

Apuntan a organizar ferias

Los representantes del Ministerio de Agricultura resaltaron que este plan piloto apunta a consolidar una huerta comunitaria en el nuevo modelo de ciudad, que se instalará en un invernadero, y, dependiendo de las familias, más adelante, podrían hasta organizar ferias para comercializar los productos orgánicos cultivados.

El plan piloto de la huerta orgánica urbana, tipo elevada, es un nuevo desafío emprendido por las familias del Barrio San Francisco. Además, los pobladores serán capacitados para el buen manejo de los desechos orgánicos, producidos en cada hogar, para transformarlos en compost y reutilizarlos como abono para sus huertas.