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La Fundación Scholas Occurrentes-Paraguay, programa impulsado por el Papa Francisco, marca presencia en el Barrio San Francisco, mediante una metodología de “escuelas abiertas”, e inicia, de esta manera, un proceso de aprendizaje en valores, a través del deporte y de las artes, dirigido a niños y jóvenes.

Su Santidad, el Papa Francisco, a principios de año, eligió a Paraguay como el primer país de Latinoamérica en contar con una Fundación Scholas Occurrentes, con la misión de trabajar con escuelas públicas y privadas, a través del voluntariado, y fomentar los valores desde una óptica laica, con base en la igualdad y la paz.

Los capacitadores de la Scholas Occurrentes-Paraguay iniciaron los encuentros con los niños y jóvenes del Barrio San Francisco, comunidad que se abre a un proceso de cambio con la acogida a familias que fueron beneficiadas por el programa social de 1.000 viviendas dignas. El nuevo complejo habitacional cuenta con todos los servicios integrales, orientados a la dignificación del ser humano.

Jonás y Tatiana son dos niños que residen en el Barrio San Francisco. Antes de Navidad vivían en una zona vulnerable de la Chacarita, en un ambiente difícil, tanto por la precariedad de sus viviendas como por los factores de riesgo e inseguridad a los que permanentemente estaban expuestos. Hoy, adaptados a sus nuevos hogares, disfrutan del confortable ambiente que les rodea; sus rostros reflejan felicidad.

Enseñanza de valores

La amenaza de la lluvia y de las tormentas, ya no generan miedo en los niños ni en sus padres. Ahora pueden jugar un partidito en la canchita, ubicada en la zona de esparcimiento del barrio modelo, en compañía de los voluntarios de la Fundación Scholas.

Durante el encuentro deportivo, los voluntarios iban, lentamente, adentrando a los pequeños en la enseñanza de valores, a través del juego. Por ejemplo, cuando uno de los jugadores cayó al suelo, en plena disputa por la pelota, el árbitro gritó: “¡Jugador caído!”, se aplicó el “fair play” (juego limpio). Los chicos, en masa, ayudaron al compañerito, luego siguió su curso el juego. “El deporte es la mejor herramienta para enseñar respeto, solidaridad y responsabilidad”, resaltó uno de los capacitadores de Scholas.

Otro grupo, especialmente conformado por niñas, optó por pintar un mural, que sirve de valla protectora al futuro colegio técnico. En tanto, los más pequeños se quedaron dentro del Centro Comunitario, para pintar con témpera. La mayoría de los chiquitos pintaron una casa rodeada de hermosas flores, reflejando, tal vez, el nuevo ambiente en el cual crecerán.

La historia del Barrio San Francisco y su incidencia como política exitosa de Estado se reflejará en el futuro de estos niños y adolescentes, que tienen la oportunidad de vivir en un ambiente seguro, y de satisfacer sus necesidades básicas.