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Avance en las obras en Villa Hayes
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20/07/2010

En el próximo encuentro marcado por los mandatarios Fernando Lugo de Paraguay y Luiz Inácio Lula del Brasil, previsto para el 30 de julio, se contempla la ratificación  del compromiso brasileño de cumplir con los puntos pactados en la declaración conjunta hecha por ambos gobiernos el 25 de julio de 2009.

 

Para esta ocasión especial, los presidentes participarán del inicio oficial de las obras en la futura subestación transformadora de Villa Hayes, donde se conectará la línea de transmisión de 500 kV, desde esa localidad hasta la usina de Itaipu. Este proyecto, que costará unos 400 millones de dólares, tiene previsto concluir en diciembre de 2012
El proceso de construcción de la línea, iniciado durante el mes de junio, se encuentra en avance satisfactorio según los responsables de la obra, quienes explicaron que, aunque el inicio del trabajo se vio afectado por la lluvia prematura, la obra concluirá satisfactoriamente, viéndose, de esta manera, no afectado el cronograma.

 

Subestación

El 21 de junio pasado, la empresa Benito Roggio e Hijos S.A., adjudicada para llevar a cabo el terraplenado de la subestación de Villa Hayes, inició los procesos de construcción de esta obra tan importante para al país.

Según explica el responsable Técnico de la empresa, Oscar Sitjar, en el transcurso de la primera semana se realizó la primera movilización de los equipos, locales móviles y el estudio del terreno, abocándose a la limpieza de aproximadamente una hectárea del área seleccionada para la ubicación del obrador. Actualmente se está realizando el alteo del terreno, de aproximadamente 150 metros de longitud, lugar donde se iniciarán los trabajos de acceso al obrador (unidades móviles de trabajo), para la instalación de oficinas que servirán como depósitos, vestuarios, expendio de combustible, reservorio de agua, y todas las instalaciones necesarias para el apoyo de las tareas.

 


Oscar Sitjar
“Hoy estamos ejecutando el alteo del terreno donde vamos a instalar el campamento y, paralelamente, estamos comenzando la excavación donde estará implantada la subestación propiamente”, señaló Sitjar.
El obrador está compuesto de: una caseta de vigilancia y una oficina de fiscalización y otra para el contratista, locales de depósito, laboratorio, comedor para el personal, vestuario, sanitarios, un sector de reservorio de agua para el suministro del obrador, para el consumo y un programa de expendio de combustible.

 

“Después del alteo ubicaremos los contenedores que vamos a tener como oficina. Tratamos de incorporar un esquema bastante móvil y  versátil, con las oficinas y otras instalaciones, dependencias que tendrá el obrador de manera a que sea ágil el montaje y el desmontaje para  su desmovilización una vez que concluya la obra”, explicó el responsable Técnico. 

 

Cronograma de trabajos

La semana entrante se realizará el montaje del obrador que contará con oficinas, depósitos, laboratorios, comedores, etc., que son unidades móviles de instalación típica de poco tiempo, utilizadas en obras de gran envergadura.

 

Este obrador tiene previsto concluir con un sistema de iluminación perimetral, consistente en alumbrado público del campamento y también, un alambrado perimetral para seguridad del área, con el fin de cerrar el recinto. En total, son 45 los días hábiles para la culminación de dichos trabajos.

 

Paralelamente a las actividades de instalación del obrador, se irán ejecutando las obras propiamente del contrato, correspondiente a la excavación y el relleno para la futura subestación.

 

La segunda etapa de la obra, consiste en el montaje de la estructura eléctrica, que actualmente se encuentra en proceso de estudio para la licitación.

 

La lluvia, factor contraproducente para el suelo

 

La semana pasada, al iniciar los trabajos de excavación en el área de la subestación, una   prematura lluvia sorprendió a los obreros y encargados de obra, antes de poder plantearse las protecciones del recinto.

 

“Nos tomó desprotegido porque estábamos comenzando la obra. Si ésta lluvia nos tomaba una semana antes de haber iniciado, hubiese sido distinto las consecuencias por que tendríamos planteado algunas protecciones”, expresó Sitjar.

 

Por otra parte, el Ingeniero Luis Vellacich, jefe técnico de fiscalización de Itaipu, mencionó que actualmente el camino de acceso está inundado y que la lluvia afecta en gran medida al suelo.

 


Luis Vellacich

“El suelo tiene una humedad ideal que varía en cada tipo de suelo. Es una humedad en la cual, al compactar, se logra la mejor de las compactaciones pero si se pasa de esa humedad, disminuye la compactación y por ende la calidad del trabajo. A la humedad compactada se la llama humedad óptima, que se trata del momento exacto en que se debe compactar, dándose el equilibrio ideal”, explica Luis Vellacich mientras menciona que, finalmente, la solución está en los mismos factores naturales que la provocan.  “Ahora seguiremos dependiendo del sol y del viento, para avanzar con los proyectos”, señaló.

 

Cumplimiento del plazo previsto
Según el responsable técnico de la empresa Benito Roggio e Hijos, Oscar Sitjar, mencionó que, aunque el plazo se torna breve, debe aprovecharse al máximo el invierno por tratarse de la estación que presenta  las mejores condiciones climáticas para este tipo de suelo. “Son doce meses de contrato para un volumen grande de obra. Hablamos de un poco más de un millón de metros cúbicos de suelo que tenemos que mover”.

 

También hizo mención de las implicancias de los fenómenos climáticos para el avance en la construcción de la línea. “La lluvia para nosotros es un contratiempo, por que trabajamos con materiales muy sensibles a la humedad. Cuando estos materiales cobran humedad, hay un proceso que retardan para su disposición definitiva en la obra”

 

Sitjar explicó lo fundamental de tener planeado un sistema de protección de los recintos, en casos de lluvias. “En el caso de tener el recinto abierto de excavación y sujeto a la posibilidad que fallando algunas protecciones o no teniéndolas correctamente ejecutadas, se genere un ingreso adicional de agua tornándose un momento crítico para la obra”.

 

Las protecciones, según explicaciones del responsable Técnico, consisten en algo similar a diques realizados de forma perimetral, de manera a que el agua no ingrese a los recintos, en el caso de lluvia, es decir, que permita contener únicamente el agua que cae en ese recinto, sin aportes externos. 

 

“Estamos en una zona muy baja y el sector de la subestación donde habíamos iniciado la excavación se inundó totalmente, formándose sobre el terreno natural una película de 30 a 40 centímetros de agua, en toda la extensión del campo. Es por eso que realizamos un drenaje, consistente en anchos pero poco profundos canales destinadas a llegar a los puntos de descarga”, mencionó Sitjar.

 

Avance satisfactorio de la Obra


A criterio del ingeniero Luis Vellacich, jefe técnico de fiscalización de la Itaipu, la obra va por buen camino, puesto que ya se está desarrollando la movilización de equipos y la primera limpieza del área. “El inicio de las excavaciones estaba un poco adelantado con respecto al cronograma que teníamos previsto originalmente, de manera que la lluvia, que nos tomó desprevenidos, ubica al cronograma en el lugar primeramente establecido”, señala Luís Vellacich, al tiempo de explicar que, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan, se daría un gran avance.

 

Etapas de la obra
La obra comprende las siguientes etapas de trabajo:
1- Etapa de excavación de un espesor aproximado de 1 metro de profundidad, cuyo fin apunta a reponerlo por un suelo de mejor calidad. Esa reposición se denomina: el refuerzo del sub-lecho.
2-    Etapa del terraplenado para la subestación. Esta etapa presenta la labor paralela de los componentes referente a los caminos de acceso al Obrador.