El equipo compuesto por representantes de la SEAM e Itaipu Binacional durante su recorrido por las reservas del Alto Paraná.

En el marco del Plan Director de Gestión Ambiental del Área del Embalse de Itaipu, fueron establecidas nuevas políticas de Gestión Gerencial, entre la Dirección de Coordinación Ejecutiva y la Dirección Jurídica Ejecutiva.

Las nuevas directrices obedecen a uno de los objetivos sustanciales de la entidad, que es el de mantener las áreas protegidas con calidad de Agua del Embalse.

Las áreas protegidas y la franja de protección de la Binacional, proporcionan a la zona una mitigación de los impactos generados por las áreas linderas y conservación del patrimonio natural de la flora y fauna local.

En este contexto, la Dirección de Áreas Silvestres Protegidas, dependiente de la Secretaría del Ambiente (SEAM), encabezada por su director Carmelo Rodríguez y su comitiva, realizaron una verificación “in situ” de los Refugios y Reservas de Itaipu, ubicados en la zona del Alto Paraná. La actividad fue llevada a cabo por la citada cartera de Estado, ejerciendo su función como órgano de aplicación.

El objetivo de esta visita fue observar las características de cada reserva y refugio, para determinar su biodiversidad y justificación técnica correspondiente a cada uno de ellos, de tal manera a seguir con el curso normal del proceso administrativo para la declaración de Categoría de Manejo de las Áreas Silvestres Protegidas, bajo dominio Privado Especial por Decreto del Poder Ejecutivo.

Los técnicos de la SEAM contaron con el acompañamiento de empleados de Itaipu, del Área Gestora dependiente del Departamento Embalse y Áreas Protegidas (MAR.CE), encabezado por Antonio Lomaquis, la División De Áreas Protegidas (MARP.CE) encabezado por su gerente Carlos Flores, y del Departamento de Derecho Ambiental (JEA.JE) encabezado por su Gerente Abog. Iris Magnolia Mendoza Balmaceda.

Los trabajos de fiscalización por el órgano de aplicación (SEAM) se iniciaron el martes último en Alto Paraná, en los Refugios Tatí Yupí, Itabó, Yvyty Rokáy y Pikyry; y deben culminar el próximo 8 de noviembre, en Canindeyú: Limoy, Karapá y Mbaracayú. El objetivo es obtener la nueva declaración de categoría de manejo e integrar estos sitios al Sistema Nacional de Áreas Silvestre Protegidas (SINASIP).