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UN DIA INOLVIDABLE: Desvío del río Paraná
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20/10/2015

La fortaleza de la voluntad de dos pueblos hermanos. El hecho histórico que ocurrió aquel 20 de octubre de 1978, cuando fue abierto el “Canal de Desvío del Río Paraná”, sin lugar a dudas quedó grabado en la mente de los más de 30 mil obreros que tuvieron el privilegio de presenciar este acontecimiento realizado para la construcción de la represa de la Itaipu Binacional. Así se marcó una de las mayores epopeyas realizadas por paraguayos y brasileños, a lo largo de la historia de los dos países.

Ese hecho emblemático, realizado a través de gigantescas implosiones, que después de más de tres décadas siguen retumbando en los tímpanos de los inolvidables “constructores de Itaipu”; es hoy en día uno de los acontecimientos históricos más importantes de la vida de la entidad. Algo verdaderamente trascendente para todos los paraguayos que heredaron esta monumental obra, que a la vez tienen la difícil misión de mantenerla, para que siga siendo referencia mundial en generación de energía limpia y renovable, y ejemplo en acciones socioambientales.

El desvío de caudal del río Paraná marcó un antes y un después en la historia del Paraguay, así como el río tomó un nuevo trayecto, el Paraguay también siguió un nuevo norte, que, gracias a esta monumental obra, trajo consigo desarrollo y prosperidad para la Nación.

Hoy, a 37 años de aquella hazaña, la ITAIPU Binacional recuerda con honor y gratitud a las personas que, a través de los tiempos, cooperaron en la construcción y mantenimiento de la represa, y también alienta a sus trabajadores que están y que vendrán, para que con sentido de pertenencia y dedicación a la empresa, prosigan, con esmero y honestidad, en la conservación de este valioso aporte del ingenio humano para el mundo.

El día 20 de octubre de 1978 fue abierto el canal de desvío del río Paraná, que permitió secar un trecho del lecho original del río para que allí fuese construida la presa principal de hormigón. El desvío tenía 2 km de extensión, 150 metros de ancho y 90 de profundidad. Una proeza de la ingeniería se había hecho realidad.