Técnicos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) acompañaron el corrimiento del tercer tramo del tablero del Puente de la Integración, lado paraguayo. El objetivo fue observar de cerca metodología y las aplicaciones tecnológicas utilizadas para la construcción de la futura conexión vial. La jornada formativa se desarrolló con acompañamiento de representantes de ITAIPU.

El Puente de la Integración Paraguay-Brasil es un proyecto de gran envergadura, tanto en diseño como ejecución de la obra, y un hito para la zona de las Tres Fronteras. Su construcción es una representación fiel de los avances tecnológicos para este tipo de proyectos en el mundo. Por ende, la visita de los técnicos tuvo como fin absorber los conocimientos técnicos empleados para su ejecución.

Al respecto, el ingeniero Hugo Arce, director de Vialidad del MOPC, sostuvo que se trata de una oportunidad única que debe ser aprovechada, atendiendo a que pocas veces se llevan adelante este tipo de obras. Mencionó que varios técnicos de la cartera de Estado realizaron posgrados en la rama de puentes, por lo que la experiencia será enriquecedora para ellos.

“Estamos acá para presenciar un momento muy importante en la etapa constructiva de este puente, aprovechando que varios profesionales ingenieros, que hicieron su posgrado y tomaron la rama de puentes, puedan tener esta vivencia única”, resaltó.

Arce refirió que el Gobierno Nacional actualmente cuenta con varios proyectos constructivos similares al Puente de la Integración, como el de Asunción-Chaco’i, con el que brinda oportunidades de formación a los profesionales del área.

El corrimiento del tablero se realiza por medio de un sistema de gatos hidráulicos, con cabos de acero tensados, que permite deslizar la estructura de hormigón sobre placas metálicas lubricadas, ubicadas en la caja de equilibrio y los cabezales de las pilas.

La nueva conexión internacional entre Presidente Franco (Py) y Foz de Yguazú (Br) será sostenida con cabos tensados y contará con 760 metros de largo y vano libre de 470 metros, lo que va a convertirla en la mayor de Latinoamérica. Su principal función será descongestionar el tráfico de vehículos pesados y contribuir con el desarrollo económico de la zona. La obra es financiada por ITAIPU Binacional por valor de USD 84 millones.