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Institucional
Taller de lenguaje no discriminatorio e incluyente en la comunicación
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23/04/2012

“Cómo trabajar la Equidad de Género con lenguaje no discriminatorio e incluyente en la tarea comunicacional”, se denomina el taller realizado este lunes 23 de abril, dirigido a empleados de la Asesoría de Comunicación Social de Itaipu. La actividad, impulsada por el Comité de Equidad de Género, culminará el martes 24 de abril.

Sara Radice, coordinadora del Comité de Equidad de Género de la Itaipu aseguró que impulsar la utilización de un lenguaje no sexista es una actividad contemplada en el Plan de Políticas y Directrices de Género de la Itaipu Binacional y va dirigida a todas las áreas, en especial al Área de comunicadores de la entidad.

“La idea es tratar de elaborar un material para ser utilizado en esa área. Para ello se busca exponer ejemplos concretos tales como la toma de imágenes fotográficas que puede transmitir directa o indirectamente una discriminación y ni que decir en la redacción de artículos, en las publicidades, en todo lo que implica comunicación con tercero o comunicación con el público interno, entonces es importante que, como área encargada de la comunicación, pueda tener una especialización más acabada en el tema”, aseguró.

Recalcó que es importante considerar que una de las directrices impulsadas por el Comité expone un cambio de mentalidad, que apunta a un cambio estructural en todas las áreas de la institución. “Tenemos que ir avanzando, es un proceso que nos va a llevar tiempo”, puntualizó.

En el encuentro fue abordado la condición femenina en la Geohistoria, el Machismo y Feminismo; la culturización y transculturización; Cuerpo, vida y experiencia, Roles y comunicación; Prejuicios y prototipos. Además fue expuesto el por qué de un uso no sexista del lenguaje y los principales errores de sexismo en el lenguaje.

“Las diversas formas de discriminación es absorbida como algo natural”

Según la especialista Marcia Taglioretti, enunciar una postura y por otro lado vivirla son cosas muy distintas.

“Puedo tener una postura de que la mujer tiene que cumplir un rol igualitario al hombre, pero ¿cómo hacerlo?, ¿lo defiendo solamente con los papeles o lo vinculo con mi quehacer en el día a día, convenciendo a mi entorno que vale la pena vivir en equilibrio y con respeto y educando a los hijos en esa construcción? Es toda una arenga diaria, por eso en el taller trabajamos mucho los aspectos personales y laborales, y hablamos del uso no sexista en el lenguaje, así como los principales errores de sexismo”, expresó Taglioretti.

La experta refirió además, que la mayoría de las veces las diversas formas de discriminación es absorbida como algo natural.

“Es que no nos damos cuenta nunca. Ni te cuestionás, ni te ponés a pensar por qué no es normal una imagen de un hombre con escoba y atuendo de limpieza y cocina, pero sin embargo es normal en mujeres, ello es todo una cultura impuesta”, refirió.

Aclaró también, que en el campo laboral se impone la idea de que la mujer no puede hacer esfuerzos físicos muy grandes, ni puede hacer trabajos tóxicos, entre otras cosas por que debe engendrar.

“Se cuidó por cultura que la mujer mantuviera su condición de gestora, ya que por naturaleza la misma ha tenido que cuidar su vientre. Ahora queremos, como seres humanos hacer más que eso. Estamos ocupando lugares que implican más que gestación. Yo opto por una cuestión económica, personal, profesional, de dignidad, de identidad, en trabajar en aquello que profeso, que es mi profesión, tengo fe en las cosas que realizo”, aseguró.

Sexo y Género

Marcia Taglioretti explicó la diferencia entre sexo y género. Señaló que el sexo es la diferencia biológica que es innata por tener cromosomas diferentes. De los 23 pares de cromosomas que tiene la especie humana, un par se diferencia siendo XX para las mujeres y XY para los hombres.

Mientras que el género es un proceso por el cual se aprende a pensar, a sentir y a comportarse como mujeres y hombres según las normas, creencias y valores que cada cultura dicta para cada sexo.

“A partir del sexto mes de embarazo se determina si será hombre o mujer, por lo que hasta el sexto mes el feto es mujer”, añadió.

Recalcó que el género es una cuestión cultural, un proceso que se construye y se impone en la sociedad. La cultura es cultivada por la familia, en las instituciones educativas, en el trabajo, en los medios de comunicación, etc. “De acuerdo a la historia y el espacio físico se va forjando la cultura, que queriendo o no me cultiva. ¿Si la cultura es lo que nos engendra, qué tipo de cultura es lo que nos cultiva a diario directa o indirectamente. Si los trabajos que implican mayor desarrollo físico son eminentemente para hombres. ¿Por qué otorgamos actitudes y habilidades para uno u otro género?”, cuestionó.

Aclaró que día a día se construye la cultura, por lo que es necesario analizar el lenguaje utilizado y transmitido, así como tener cuidado con las imágenes empleadas a fin de evitar sean discriminatorias.

En todos los aspectos de la vida, ya sean actitudinal, verbal o escrita, se debe impulsar a la mujer como género y no como un objeto, físico-biológico. Asociar a la mujer como persona con valores, protagonista de sus acciones, para ello es necesario construir un lenguaje de valoración de la persona, trabajando con ambos géneros, tanto masculino, como femenino.