Alumnos de la escuela Villarrica del Espíritu Santo, de Ciudad del Este, cuentan con nuevas y cómodas sillas pupitres proveídas por Itaipu Binacional.

Días atrás fue noticia la falta de pupitres en una institución educativa del barrio San José de Ciudad del Este. Se trata de la Escuela Básica 7081 “Villarrica del Espíritu Santo” y a la que asisten regularmente cada año cerca de 300 escolares.

Cabe recordar que la Dirección de la Escuela había realizado un pedido de pupitres a la Itaipu, a través de una nota. La entidad, procedió a atender dicha solicitud a través del área correspondiente.

En la tarde de este miércoles 23 de setiembre, se procedió a la entrega de los muebles solicitados, lo que motivo de fiesta para los chicos y los docentes.

Las 50 sillas pedagógicas serán destinadas a la sala que no disponía de dichos mobiliarios y en donde los alumnos desarrollaban sus clases sobre improvisados asientos de ladrillos, o directamente en el suelo.

María Nidia Rojas.

Hoy el triste panorama de esta casa de estudios es otro; el aula recientemente equipada servirá para albergar a dos grados distintos en los dos turnos. Además, se aceleró la conclusión de dos aulas a través de los fondos del Fonacide, destinados a la construcción edilicia y administrados por las municipalidades de cada distrito.

La directora esta modesta institución de enseñanza, profesora María Nidia Rojas, se mostró emocionada con lo recibido, y destacó los cambios que significa esta entrega para los chicos que ven mejoradas su condición en clase. Refirió que la desmotivación y hasta la vergüenza de sentarse en el suelo, son condicionantes sicológicas y físicas muy fuertes para un niño. “Gracias a Itaipu hoy cambia definitivamente esa pena por alegría”, expresó.

La Itaipu Binacional, además de generar los recursos a través del Fonacide, atiende mediante su área de responsabilidad social, los complementos y necesidades adicionales en donde sean solicitadas y evaluadas positivamente.

Actualmente la entidad provee de sillas pedagógicas a las instituciones educativas más carenciadas. En total ya fueron entregadas más de cinco mil sillas pupitres y el cronograma de trabajo incluye más pedidos.

La fabricación corre por cuenta de la Asociación de Impedidos Físicos del Ato Paraná (AIFAP), mediante convenios con Itaipu. Son muebles de probada calidad, noble material biodegradable, y está comprobado que los estudiantes prefieren sillas pupitres de madera a los de origen sintético, por su resistencia y además, por la condición climática de nuestro país, son más frescas y cómodas.