El director de Coordinación, Pedro Domaniczky y la doctora Mirta Benítez de Castillo se reunieron con el el presidente del IPTA, doctor Daniel Idoyaga.

El presidente del Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), Daniel Idoyaga, mantuvo una reunión con el director de Coordinación, Pedro Domaniczky. El titular del IPTA dejó sentada la posibilidad de intercambiar tecnología y capacitación entre la mencionada institución y la Itaipu.

En el marco de la política de puertas abiertas de Itaipu, diariamente, la Dirección de Coordinación Ejecutiva recibe visita de personalidades, quienes presentan proyectos y propuestas de trabajo tanto del sector público y privado, a fin de ser analizados en cuanto a su viabilidad o no.

Daniel Idoyaga.

Dentro de esta línea de acción, el presidente del Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), doctor Daniel Idoyaga, mantuvo una reunión con el director de Coordinación, ingeniero Pedro Domaniczky, y puso al tanto de la entidad, los trabajos realizados por dicho organismo en cuanto a la utilización de la tecnología en materia agraria.

Idoyaga explicó que el IPTA es un ente autárquico, sin embargo; sigue el sistema del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). “El IPTA tiene como objetivo principal la investigación para generar tecnología para los pequeños y medianos productores en el área agropecuaria. Generamos tecnología o la innovamos para este sector”, explicó el titular del IPTA.

Destacó que la reunión mantenida con el ingeniero Domaniczky fue para dar a conocer lo que tiene el IPTA como institución, los campos de investigación que llevan adelante y por otro lado, ver la posibilidad de unir fuerzas para un apoyo mutuo en cuánto a infraestructura y recursos humanos para llegar al pequeño y mediano productor, de los sectores más vulnerable de las zonas rurales del país.

A nivel de servicios, el IPTA ofrece análisis de suelo, análisis bromatológicos entre otros. “También prestamos un servicio que es muy poco conocido en materia de tecnología agraria, somos el único instituto que por ley está habilitado a probar los diferentes materiales genéticos que las empresas privadas quieren introducir al país y posteriormente, comercializarlos. Por decir, hacemos el estudio de los transgénicos, lo monitoreamos por un cierto tiempo, analizamos si tendrían algún tipo de consecuencia, el impacto que puedan producir en cierta ecorregión y sí los resultados son favorables, damos la autorización para que el material genético sea vendido en el país”, indicó Idoyaga.

También señaló que cuentan con un plantel humano especializado en diferentes áreas, que constantemente están capacitando a los productores más necesitados. Aclaró que el IPTA no realiza extensión rural sino que transfieren tecnología que ellos generan.

“La idea con Itaipu es unir fuerzas porque creemos que la Binacional puede apoyarnos en aspectos de infraestructuras para levantar algunos laboratorios que necesitan ser reparados. Y por nuestra parte, ofrecemos apoyo en lo que somos fuertes, en recursos humanos especializados en materia agraria. Podríamos llevar conjuntamente algunas líneas de investigación y cumplir con el objetivo, el desarrollar, innovar y transferir tecnología a los sectores rurales más vulnerables”, finalizó.