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Responsabilidad Social
Operación de cataratas: la dicha de volver a ver
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05/09/2016

En el departamento de Caazapá, unas 70 personas -la mayoría de la tercera edad- fueron sometidas a una operación gratuita de cataratas, mediante el convenio “Ver o taparse los ojos”, firmado entre la ITAIPU Binacional y la Fundación Visión, dentro del Programa Nacional de Salud Ocular del Ministerio de Salud.

Mediante la suma de esfuerzos y voluntades, el Gobierno Nacional, a través de la ITAIPU, en conjunto con otros entes del Estado y organizaciones civiles, promueve la campaña de operación gratuita de cataratas y de retina, a personas de escasos recursos.

El efecto del convenio firmado entre la ITAIPU y la Fundación Visión, de lo que va del año 2016, se inició en la ciudad de Santa Rosa del Aguaray, donde fueron programadas 100 operaciones gratuitas de cataratas. Posteriormente, los profesionales médicos de la Fundación Visión se trasladaron a Pilar y luego a Caazapá. En esta última ciudad, se instalaron en el Hospital Regional, y, entre los días 1 y 2 de setiembre, realizaron alrededor de 70 cirugías gratuitas. La mayoría a personas de la tercera edad y con avanzado deterioro en la salud ocular.

Una historia casi calcada entre los pacientes: jamás fueron a un oculista, por considerarlo inalcanzable. La ITAIPU, a través del DIE, acompañó la noble misión de devolver la vista a los abuelos y abuelitas, oriundos de compañías lejanas de Caazapá.

Eliodora Sosa (63) es vendedora de chipa y bollos. Vive en la ciudad de Fulgencio Yegros (a una hora de viaje de la ciudad de Caazapá). Recordó que los oculistas de la Fundación Visión llegaron hasta su pueblo y que, por primera vez, fue atendida por un profesional del ramo.

Hace 3 años comenzó a manifestarse una nubosidad que le dificultaba la visión. “Me agarró por el camino, vendiendo mis chipas y bollos. Me tomó un dolor de cabeza intenso y se me oscureció todo, apenas llegué a mi casa. No sabía que me pasaba; me asusté tanto, porque tengo una nieta, colegiala, que depende de mí. Pensé en qué iba a pasar de ella, quién iba a andar por mí, si me quedaba ciega”, relató doña Eliodora.

Cuando fue una de las seleccionadas para la operación gratuita de catarata, le produjo un gran alivio, en todo sentido. “Le agradezco a Dios por esta oportunidad. Jamás iba a poder pagar una operación de cataratas. Así había sido se llama lo que tengo en el ojo”, expresó la entrevistada.

Mal tiempo

Valeriano López Bogado (78), oriundo del distrito 3 de mayo, fue seleccionado para la operación gratuita de catarata y su ansiedad por volver a ver era tanto, que comenzó a preocuparse, cuando comenzó a llover, porque el camino que debía transitar era de tierra. “Cuando llueve fuerte, no hay colectivo. Menos mal que mi hija consiguió un vehículo y pude venir”, comentó. Hasta horas antes de la operación, don Valeriano estaba bastante ansioso, porque era grande su esperanza de volver a ver.

Relató que la enfermedad se le manifestó hace un par de meses. “Comencé a ver a colores. A veces veía rojo, otras veces verde. Ko problema che resape, tuicha che transtorná, porque cheko agricultor a ndaikatuvéima amba´ápove che chácrape (por el problema que tenía en mi ojo, no pude trabajar más en mi chacra). He´i la doctorkuéra que ikatu jeýta ajevalé che rehe (los doctores me dijeron que volveré a manejarme por mismo)”, expresó el entrevistado, que necesita todo el tiempo la ayuda de algún familiar, para evitar caídas.

25 años de suplicio

El caso médico Leonardo Brítez Luna (60), que fue uno de los pacientes operados, sorprendió a los médicos, ya que llevaba 25 años sin poder ver en uno de los ojos. “Soy pobre, no tengo nada. Por eso me pasaron estas cosas. Llevo muchos años sufriendo, nunca me hice ver. No tengo capacidad y me dije a mi mismo que ya no tengo remedio, porque no tengo recursos. Un vecino me ayudó y me avisó que iba a ver operación gratuita y ahora estoy muy contento”, expresó emocionado don Leonardo.

Don Leonardo, hace mucho tiempo dejó de trabajar. “Me quebrantaba porque no tengo ninguna ayuda, mucha gente no tenía paciencia por mí. Una señora me llevó a vivir a su casa, no quería pedir limosna, porque eso no está bien. Ahora puedo otra vez trabajar”, afirmó Leonardo.

Leonardo nació en la Argentina, se instaló desde muy joven en Caazapá, ciudad de la cual nunca más quiso salir. Es por esa razón que no tiene ningún familiar y tampoco nunca se casó. “Sueño con volver a verle a mi mamá”, manifestó.

Volver a ver

Adelfa Martínez se operó el 1 de setiembre, al día siguiente fue para su control médico, y, lentamente, podía a disfrutar de la dicha de ver con claridad. “Soy del Barrio San Francisco, de San Juan Neponuceno. Desde hace tres años que apenas veo. Ahora estoy tan agradecida con la ITAIPU y la Fundación, por la posibilidad de esta operación gratuita”, expresó.

Recordó que, desde hace tres años, ya no fue la misma señora hacendosa que hacía todos los quehaceres del hogar. “Cada tanto me caía, a veces, me pasaba sentada porque tenía miedo de pararme. Hetama a sufrí (mucho ya sufrí). Pero ahora, estoy volviendo a ver otra vez y desde lo más profundo de mi corazón estoy agradecida”, manifestó.

Comentó que tiempo atrás vino a la capital, le dijeron que la única solución para recuperar uno de sus ojos era la operación, cuyo presupuesto era un poco más de un millón de guaraníes, dinero que para la familia era imposible juntar. “Estaba ahorrando de a poco mi dinero de la pensión de la tercera edad. Pero escuché por la radio que iba a hacerse operación gratuita y vine. Dios y la Virgen pende rovasa (les bendiga)”, concluyó.

Ver o taparse los ojos

Así es el nombre del convenio firmado entre la ITAIPU y la Fundación Visión. Nombre más que acertado, ya que los dos días de operación gratuita, realizados en Caazapá, la mayoría de los pacientes, se tapaba el ojo con una toallita, como queriendo ocultar su problema ocular, y otros porque decía que el sol lastima aún más sus debilitados ojos. Muchos, antes de la operación, caminaban con dificultad utilizando bastones (hechos de palos de escobas) o con la ayuda de un familiar.

Posterior a la operación, automáticamente les volvió la seguridad y las ganas de volver a sentirse útiles, para ellos mismos y la familia.

La Asesoría de Responsabilidad Social de la ITAIPU lleva adelante este convenio, que tiene estipulado 500 operaciones de cataratas y 100 de retinas, que está a cargo de los profesionales médicos de la Fundación Visión.

Las primeras cirugías se realizaron en Santa Rosa del Aguaray, posteriormente, en Pilar y, esta última vez, en Caazapá. Según el cronograma, las otras ciudades que están dentro del convenio son: Concepción, Oviedo y Ciudad del Este.