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Medio Ambiente
Nueva anaconda en Zoológico de Itaipu
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02/07/2012

Un nuevo ejemplar de anaconda (Mboi Jagua) fue entregado el martes 26 de junio, a técnicos del Zoológico de Itaipu. El animal fue hallado a orillas del río Pira Tiy, inmediaciones del Refugio Mbaracayú, en Canindeyú. Éste es el segundo ejemplar de la misma especie acogido por la entidad en lo que va del año.
   
El nuevo miembro del Zoológico de Itaipu, que se encuentra en óptimas condiciones de salud, pesa 70 kilos y cuenta con 4,60 metros de longitud. Según los datos, un grupo de agentes policiales de la zona se hallaban realizando un recorrido por las inmediaciones del mencionado río cuando, en un momento dado, divisaron al animal en la cabecera del Refugio Mbaracayú.

Los agentes del orden dieron aviso a empleados que cumplen funciones en el campamento de la entidad, encabezados por Nicolás Coronel, quienes inmediatamente se dirigieron hasta el sitio.
  
Con equipamientos especiales, los empleados de Itaipu rescataron al animal para luego remitirlo al Zoológico. La serpiente fue inspeccionada por veterinarios de la Binacional quienes constataron que el animal se hallaba en buenas condiciones de salud.

Atendiendo a que el Mboi Jagua está en peligro de extinción, necesita de atenciones especiales. En el Zoológico de Itaipu, el animal será tratado y cuidado por profesionales, de tal manera a preservar su especie.

Otro ejemplar se recupera

Por otro lado, la anaconda de 72 kilos más de 6 metros de longitud, encontrada en abril en la compañía Parakaukeha (Canindeyú) y que también había sido derivado al Zoológico de Itaipu, se recupera de las lesiones que presentaba al momento de ser hallada.

La serpiente, cuya especie es considerada la más grande del mundo, había sido encontrada con heridas cortantes en el cuello y lesiones en la región frontal de la cabeza, causadosprobablemente – al momento de la captura.

Este gran ejemplar, apareció a orillas de una estancia de la mencionada localidad, siendo visto por los capataces del lugar.

Los peones, encabezados por don Teófilo Peralta, decidieron preservar al animal en el lugar hasta que personas entendidas lleguen y decidieran qué hacer con el ejemplar.