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Responsabilidad Social
Manos a la arcilla: ladrillos para el B. San Francisco
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13/07/2016

Los pequeños y medianos oleros organizados de la ciudad de Tobatí comenzaron la fabricación de los ladrillos que serán utilizados para las 112 viviendas unifamiliares, en el futuro barrio San Francisco. Tienen la responsabilidad de producir 1.600.000 unidades y la primera entrega está prevista para este 3 de agosto.

En Tobatí, camionadas de arcillas van y vienen, mujeres y hombres trabajan a la par. La faena, dependiendo del clima, comienza a las 3 de la madrugada; y la fabricación de ladrillos es casi artesanal.

En cada unidad de ladrillo hay esfuerzo y sacrificio de familias tobateñas y sólo se puede apreciar estando con ellos. Ante cualquier gota de lluvia, dejan todo lo que están haciendo para cubrir los ladrillos crudos que están en el suelo, con enormes carpas, para luego rogar a todos los santos, que la lluvia no sea intensa para no perder la producción.

La concentración y el esfuerzo de los oleros y oleras están centralizados en producir más de 1.600.000 unidades de ladrillos que serán necesarios para la construcción de las 112 viviendas unifamiliares del futuro barrio San Francisco, en Zeballos Cué.

El trabajo de fabricación comenzó este lunes y los oleros organizados de Tobatí, tienen la responsabilidad de entregar las primeras camionadas para este 3 de agosto.

Por efecto de la casualidad o causalidad, las pequeñas olerías del barrio San Francisco, de Tobatí, son las que más están trabajando para proveer los materiales al futuro barrio San Francisco, de Zeballos Cué.

El presidente de los oleros organizados de Tobatí, Desiderio Martínez, afirmó que aceptaron el desafío encomendado por la empresa contratista NAD – responsable de la construcción de las viviendas tradicionales-, de fabricar un ladrillo de tamaño diferente a lo que se estaba usando para las obras. Sobre el punto, la empresa contratista solicitó que los ladrillos sean más anchos y largos y que las medidas se ajusten a 11 x 22 x 4.5

“El tamaño que se está utilizando tiene menos dimensiones. Ahora nos estamos adecuando a las normativas del INTN, que recientemente se ha aprobado”, comentó Martínez.

Admitió que el tiempo que tienen para la fabricación es corto, pero las familias oleras aceptaron el desafío y todos están trabajando para cumplir con el cliente. Agregó que están trabajando 15 olerías para las obra de San Francisco.

“El domingo último cerramos los detalles con el arquitecto Nicolás Amarilla de NAD Constructora. Y desde este lunes comenzamos la producción de ladrillos para San Francisco. Tenemos 20 días para entregar la primera partida que será de 300 mil unidades, en zona de obras, en RC4”, manifestó.

Martínez reiteró que la ciudad de Tobatí siempre se caracterizó por ser gente de trabajo y actualmente, las pequeñas y medianas olerías comenzaron a trabajar en forma gremial.

“Tenemos apoyo municipal, de la SENAVITAT, y el ministerio de Industria y Comercio, con quienes formamos una mesa de trabajo, para poder llegar al trabajo formalizado, crear un mercado para los buenos productos que se elaboran en Tobatí”, indicó.

El proceso de elaboración

Un ladrillo a simple vista, es material más de construcción, pero para su elaboración lleva un proceso casi manual.

Los oleros reciben la arcilla, muchas veces vienen con terrrones (arcilla compactada), se les riega para romperlos, una vez limpia, se pasa a la amasadora.

Posteriormente, son llevados en carretillas hasta la persona encargada que van cargando en un molde de madera (de cuatro divisiones) y lo van colocando sobre el suelo.

“En el suelo, dependiendo del clima, en 48 horas, se pueden levantar para el encadenado (encimar unos con otros) y una vez secado se va al horno y queda 24 horas para la cocción. En cada horno puede ir entre 25 a 30 mil unidades de ladrillos”, señaló.

Sacrificado

Cecilio Servín lleva casi toda su vida trabajando como olero y con el nuevo desafío . “El lunes comenzamos a fabricar los ladrillos para San Francisco, y cuando vimos que había tormenta y cayó granizo, nos preocupamos, pero menos mal, no pasó el mal tiempo por Tobatí”, comentó.

Mujeres

Blanca y Viviana son dos mujeres que trabajan en la olería. Se las ve juntando la arcilla ya sea con palas y trasportándolas en carretillas, a la par que los hombres. En Tobatí, ya es casi normal ver a las mujeres haciendo el mismo trabajo que los hombres, y ahora, mucho más por la producción que deben entregar.