La ITAIPU Binacional, a través de la División de Educación Ambiental, viene realizando una serie de talleres que apuntan a la formación de promotores ambientales en varias ciudades del país, esta vez, la capacitación estuvo dirigida a los educadores. En este sentido, se iniciaron los cursos con docentes de la Escuela N° 8.175 San Francisco, del Barrio San Francisco, Zeballos Cué; y de la Supervisión Educativa de Salto del Guairá.

El objetivo de esta iniciativa es fortalecer las capacidades pedagógicas para prácticas más amigables con el medio ambiente. Los participantes recibirán el certificado de promotor ambiental una vez culminado el ciclo de talleres.

En el centro educativo del Barrio San Francisco el taller inició el sábado último con la presencia de 50 docentes y tendrá una duración de cinco semanas.  Asimismo, este taller se está desarrollando con educadores de la Supervisión Educativa de Salto del Guairá en las instalaciones del Refugio Biológico Mbaracayú, de la ITAIPU. Se prevén 100 horas de clases y los participantes obtendrán certificación del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).

A lo largo de los módulos a ser desarrollados, los docentes aprenderán sobre temas ambientales, globales y locales, para implementar la educación ambiental en las aulas y en las comunidades. Los conocimientos que obtendrán les servirán para desarrollar trabajos con enfoque ambiental con los alumnos y los padres de familia, como así también proyectos de investigación u otro tipo de iniciativas que apunten a la conservación del medio ambiente y, por ende, a la calidad de vida de las personas. 

La innovadora propuesta de capacitación se lleva adelante a través de la Dirección de Coordinación Ejecutiva y la División de Educación Ambiental de la ITAIPU.

Semanas atrás, unos 120 alumnos del 4° y 5° grados, de los turnos mañana y tarde, de la Escuela del Barrio San Francisco, en el marco de las acciones ambientales de la Entidad, aprendieron técnicas de reciclado. Los pequeños mostraron interés en contribuir con el cuidado del medio ambiente a través de la puesta en práctica de las 3R (reducir, reciclar, reutilizar).

Los pequeños, además, se comprometieron a cuidar la limpieza del aula y el patio de la escuela y crearon objetos decorativos a partir de materiales reciclables.