La Semana Interna de Prevención de Accidentes de Trabajo (SIPAT 2013) culminó con éxito este miércoles en la Central Hidroeléctrica Itaipu (CHI). Una importante cantidad de asistentes llegó hasta el Cineteatro dos Barrageiros (margen izquierda) para acompañar de cerca la culminación de uno de los eventos más importantes de la entidad, organizado por la Comisión Interna de Prevención de Accidentes (CIPA).

“Con gran satisfacción y júbilo estamos llegando nuevamente a la culminación de la SIPAT, evento celebrado en la semana 33 de cada año”, empezó diciendo Alfredo Heurich Araujo, presidente de la CIPA. “Con los temas presentados este año, estamos seguros de que los empleados de la empresa y los funcionarios de la Fundación Parque Tecnológico Itaipu (FPTI) de ambas márgenes, e invitados especiales, han tenido su momento para reflexionar sobre la importancia de su vida como trabajador, como padre de familia y como miembros de esta sociedad tan compleja y exigente”, agregó.

Entre otros puntos, Heurich Araujo aseguró que se cumplió con todos los objetivos trazados este año para la SIPAT como –por ejemplo– la apertura simultánea de la ceremonia de inauguración en todas las sedes de la entidad, y valoró el apoyo constante de los directores de ambas márgenes de la Binacional, Franklin Boccia y Jorge Samek.

El presidente del CIPA agradeció, igualmente, la colaboración de las distintas dependencias de Itaipu como el Departamento de Ingeniería de Seguridad y Medicina del Trabajo, la Asesoría de Comunicación Social, Servicios Generales, Recursos Humanos, entre otros.

Previamente, los participantes disfrutaron de una gran conferencia brindada por el periodista y deportista extremo Clayton Conservani, autor de memorables materiales audiovisuales difundidas por importantes cadenas televisivas del mundo. Su disertación “Límites Extremos” reflejó el estilo de vida de un atleta que busca siempre superar su límite, sin importar lo difícil que pueda resultar.

El testimonio del brasileño fue destacado por el director ejecutivo de la FPI-PY, Calixto Saguier, quien se mostró emocionado por lo expuesto. Saguier, en su alocución, dijo que Itaipu no solamente bate récords en producción de energía, sino también en prevención de accidentes, teniendo en cuenta lo complejo de la estructura de una de las centrales hidroeléctricas más grandes del mundo.

Calixto Saguier.

“Mis felicitaciones a todos ustedes, que han participado y apoyado a la SIPAT 2013 y que hace posible que nuestros compañeros de trabajo puedan tener mayor seguridad y conciencia de todo lo que se hace en Itaipu”, dijo el director de la Fundación Parque Tecnológico Itaipu – Paraguay.

Por su parte, Jorge Samek, quien representó al Directorio Ejecutivo de Itaipu, afirmó que el 2012 fue un año excepcional para Itaipu, ya que se logró alcanzar el objetivo de paraguayos y brasileños: el de superar el récord de producción de energía.

Jorge Samek.

“El haber alcanzado casi 100 millones de megavatios/hora en los primeros meses de este año, es uno de los resultados, y no tengo ninguna duda, del trabajo realizado en la SIPAT”, aseveró entre otros puntos Samek.

El acto de cierre de la SIPAT 2013 contó con la participación de la “Banda da Guarda Mirim de Foz do Iguacu”.

Clausura de la SIPAT en Asunción

Sumergidos al encanto de las melodías ofrecidas por el Conservatorio de la Sociedad Cultural Mangoré, se realizó la clausura de la Semana Interna de Prevención de Accidentes de Trabajo en la Itaipu, sede Asunción. El doctor Benjamín Fernández Bogado, tuvo a su cargo el cierre del evento con su charla sobre “Comportamiento seguro, clave para enfrentar los desafíos”.

Benjamín Fernández Bogado recalcó que la seguridad es un objetivo que requiere procedimientos rutinarios que los recuerden permanentemente. “Los enemigos de la seguridad viven con nosotros. Hacemos de la seguridad un objetivo superior al interés particular”, refirió.

Señaló que el Paraguay es un país de inteligencia emocional. “El tamaño de inteligencia emocional paraguaya es dos brazos y la inteligencia racional es un muñón. Todo lo que debe ser racional, el paraguayo no logra entender. La seguridad es de carácter racional pero que tiene que ser explicada desde el punto de vista de inteligencia emocional”, apuntó.

Sostuvo que la cuestión de inteligencia emocional es enorme y dio como ejemplo el cambio de un rector de Universidad, quien por más honesto y entendido en el manejo universitario, no fue reelecto como director por el simple hecho de no tener trato con la gente o no saludar. “En Paraguay hay que enseñar un valor racional pero con una inteligencia emocional, de lo contrario no funciona. Es decir ustedes pueden poner todo en el papel, puede llevar a la cuestión de procedimientos, pero si el que está al frente no motiva y es argel, todas las situaciones son muy fácilmente llevadas al fracaso antes que al triunfo”, indicó.

Fernández Bogado, mencionó también, que cada nueva acción sumada a la vida cotidiana se convierte en algo que debe tener su componente de seguridad. “Es decir todo lo que hacemos tiene que estar relacionado con eso, porque en un país tan precario como este, uno se salva de tanto, y suelo concluir que ello sucede porque probablemente Dios es paraguayo, porque si no fuera así, uno no logra entender cómo una persona montada en una moto, -que apenas da para una persona y viajan cuatro personas incluido un chancho y que además, no tiene foquito de luz detrás, que sale 2 mil guaraníes-, y esa persona sale de noche y se no se muere, pero sin embargo, se dice a sí mismo, no voy a morir, y cree en la fatalidad porque dice que cada uno tiene su hora y en la medida en que le llegue esa hora, no hay problema, y sin embargo uno puede evitar una serie de daños de este tipo”, acotó.

Fernández Bogado, compartió con el auditorio su vivencia personal sobre un grave problema de seguridad que casi costo la vida de su hijo, Santiago Fernández, quien rumbo a la Rosada, en Ybucuí, para quitar fotos, sufre un accidente de tránsito, que costó la vida de su novia, y del conductor del otro vehículo, debido a un problema de desnivel en la ruta que une Minas Cué, con Ybycuí, que ya había generado 7 accidentes y 4 muertos.

“Él entró en estado de coma, fallece es reanimado. Pasó del Hospital de Ybycuí, a Paraguarí, de allí a Emergencias Médicas, para luego ser trasladado al Hospital Migone. Le destaparon la cabeza, le sacaron el edema, no tenía más que el 1 % de posibilidad de vivir. Y una vez que logra vivir, la segunda pregunta era si quedaría en estado vegetal. Pasa la situación de vegetal y ahora después de casi dos años y prácticamente 350 mil dolares de inversión en él, está comenzando a volver a ser una persona normal”, comentó, para luego continuar, “Uno dice, en un mundo de tanta inseguridad, lo que yo sentí el 27 de noviembre fue un vacío tan grande.

Finalmente esa catástrofe en mi vida familiar probablemente implica la labor de estar hablando aquí a ustedes sobre esto. Le hablo sobre la necesidad que tenemos en el Paraguay de construir un ambiente de vida mucho más sólido y no tan precario. Porque lo contrario a la palabra seguridad es precariedad; y la precariedad en muchos de los casos se debe a pequeñas fallas humanas que no se realizan de manera perfeccionada para producir un recurso o una reacción determinada.

Los factores de inseguridad viven dentro de nuestros muros, interiores, personales de nuestra comunidad y no fuera de eso. La precariedad que llevamos en nuestros ambientes de trabajo, en nuestras vidas cotidianas, en nuestras casas, demuestra realmente si nos importa lo colectivo, o en realidad nos importa muy poco la vida”, apuntó.

Benjamín Fernández Bogado es doctor en Derecho, periodista y profesor universitario. Pós-graduado en las universidades de Navarra (España), Minnesota (EEUU), Syracuse (EEUU) y Harvard (EEUU). Autor de más de 15 libros con temas sobre Comunicación, Gobernabilidad, Transparencia y Política. Es disertante internacional sobre estos temas, director de “Radio Libre” y del “Diario 5 días” (Paraguay).