Las fundaciones “Chaco Boreal” y “Rinconcito de Amor”, de Filadelfia, Chaco Paraguayo, recibieron computadoras donadas por Itaipu Binacional, que serán utilizadas por niños y adolescentes con diversidad funcional, como así también estudiantes indígenas. La entrega oficial se realizó en la Entidad, sede Asunción, con presencia del director General paraguayo de Itaipu, James Spalding.

La presidenta de la Fundación Chaco Boreal, Brigitte Janzen de Schneider, y representante legal de la Fundación Rincocito de Amor, recibieron 28 computadoras, con todos sus accesorios que serán destinadas a ambas instituciones, ubicadas en Filadelfia-Chaco.

La responsable de las fundaciones explicó que ambas fundaciones trabajan con grupos muy vulnerables en el chaco, como ser niños y adolescentes con diversidad funcional, jóvenes indígenas, y familias en extrema pobreza.

Puntualizó que la Fundación Rinconcito de Amor atiende a 150 personas con discapacidad en un radio de 200 kilómetros, y la Fundación Chaco Boreal atiende a familias indígenas.

La distribución de la donación de computadoras fue la siguiente: 20 equipos fueron destinados a la Fundación Chaco Boreal y, 8 a la Fundación Rinconcito de Luz.

Brigitte Janzen de Schneider.

“En el Chaco tenemos muchas necesidades. Tenemos ciegos, personas con discapacidad física, niños con problemas auditivos, con parálisis cerebral, niños con problema de atención escolar, que necesitan de una educación especial”, señaló Janzen.

Destacó que las computadoras no sólo van a ser utilizadas por los jóvenes, sino que brindarán cursos de informática para las madres de la zona, a fin que tengan conocimiento de informática y puedan acceder a los trabajos que existen en la zona. “En Filadelfia, por ejemplo, se necesita de cajeras, pero muchas madres no tienen conocimiento de como manejar una computadora. Vimos esa necesidad y ahora la estaremos capacitando para que puedan trabajar”, agregó.

James Spalding.

Por su parte, el director general paraguayo de Itaipu Binacional, James Spalding, valoró el trabajo realizado por ambas fundaciones en el corazón del Chaco paraguayo. Explicó que por política de la empresa, los equipos informáticos son cambiados cada tres años, y en vez de tenerlos en depósito, son donados con fines sociales.