Liz Velázquez y Norma Brizuela disfrutan de su primera experiencia laboral. Aseguran que se sienten útiles para la sociedad y su familia.

Tras el éxito alcanzado en el convenio entre la Itaipu Binacional y la Asociación de Impedidos Físicos del Alto Paraná (AIFAP) para la fabricación de 3 mil pupitres, donadas a instituciones educativas de distintos puntos del país, se inicia una nueva etapa del acuerdo. Esta vez, se amplía el alcance y además de la producción de las sillas pedagógicas, la AIFAP confeccionará sábanas que serán destinadas a hogares de ancianos, albergues y hospitales.

Durante una reunión con los directivos de AIFAP el director general paraguayo James Spalding planteó la opción de aprovechar las máquinas de coser que estaban ociosas en el lugar. La propuesta fue inmediata por parte de la asociación y, el viernes ya se habían comprado 630 metros de tela de producción nacional (tejidos pilar) para la confección de sábanas, conforme a las especificaciones y necesidades de los albergues.

Una primera tanda que totaliza 150 juegos será entregada el lunes 14, a los beneficiarios, en este caso, los ancianos del hogar Santo Domingo de Asunción. Esto, en consonancia con la prioridad establecida por el gobierno del presidente Horacio Cartes, de brindar atención al sector de la tercera edad.

“Estamos para apoyar este tipo de iniciativas. No lo vemos como una caridad, porque lo hacen de una forma profesional como cualquier empresa. Lo lindo realmente es que, por un lado, estamos ayudando a una asociación que está haciendo las cosas como corresponde y apoyando a un sector a veces marginado, y por otro, que puedan demostrar no su incapacidad, sino su capacidad de hacer las cosas, y el amor que ponen en su trabajo. Además, para la elaboración de estas sábanas que serán entregadas como un bien a la población, se están usando telas de producción nacional”, expresó Spalding.

Dentro del marco del nuevo convenio se prevé además la compra de máquinas para bordar, de tal forma a que los mismos puedan incorporar a las sábanas los logotipos correspondientes.

“Nos sentimos protegidos”

Raúl Rodas.

El presidente de la AIFAP, Raúl Rodas confesó su felicidad por el pronto cumplimiento del compromiso por parte del director general, James Spalding. Comentó que hace una semana le había mencionado al DGP que el sector de confecciones del taller de la AIFAP estaba con falencias por falta de rubros.

“En un corto tiempo y con una respuesta inmediata, ese mismo sábado ya empezamos a trabajar con los pedidos y en ocho días terminamos. Sinceramente no tenemos forma de agradecer esta respuesta de la entidad”, confesó Rodas.

Mencionó que con este apoyo dan oportunidad laboral a mujeres que necesitaban de un trabajo, mujeres en sillas de ruedas, quienes quizás no encuentren fácilmente trabajo, por lo que esto significaba el cumplimiento de un sueño para ellas. Indicó además que, cuando la AIFAP ofrece trabajo a las personas con capacidades diferentes, también intenta que esto alcance a otros miembros de la familia, como en este caso, a las madres de las señoritas.

“Tengo que confesar que los miembros de la AIFAP estamos sorprendidos, todo es nuevo para nosotros. En otros tiempos presentamos muchas notas, muchos pedidos pero no hemos recibido respuestas y en la actualidad estamos recibiendo bastante apoyo y ayuda de Itaipu, tanto así que nos sentimos protegidos. Lo más valioso es que nos estamos sintiendo útiles. También no debemos olvidarnos del Comité de Diversidad Funcional, que es siempre nuestro sostén y está con nosotros apoyándonos en cada momento”, explicó.

“Me siento un miembro más de la sociedad”

Liz Paola Velázquez.

Liz Paola Velázquez, de 23 años, es una de las personas contratadas para la elaboración de las sábanas. La misma expresó su contento por la posibilidad brindada y aseguró que con esto ayudará a su familia como cualquier persona normal.

“Me siento muy feliz porque estamos trabajando día a día, venimos a nuestro lugar de trabajo como personas normales para ayudar a nuestra familia. Espero que siga este trabajo porque sinceramente estoy muy feliz. Siento que ahora con un trabajo puedo mantenerme como todos lo hacen, me siento un miembro más de la sociedad, cosa que antes de esto no sentía”, confesó.

“Así somos felices”

Norma Brizuela.

Por su parte, Norma Brizuela, de 20 años de edad, mencionó que esta oportunidad laboral es magnífica en su vida. Comentó que es su primer trabajo.

“Me parece magnífico, es una oportunidad para nosotros porque en la sociedad nos cuesta abrir puertas. Es la primera vez que estoy trabajando en mi vida, por eso me siento muy contenta y voy a cuidar esto como una joya. Ahora puedo ayudar a mi familia como todos. Me siento útil para mis padres porque con esto puedo ganar un sueldo por mi trabajo. Deseo con todas mis fuerzas que esto siga, que sigamos sintiéndonos bien trabajando porque así somos felices”, acotó.

CERENIF

Por otro lado, la Itaipu Binacional suscribió un convenio con la Fundación Solidaridad (Cerenif) para la realización de jornadas de actualización en neurorehabilitación, y talleres de entrenamiento a profesionales, familiares y cuidadores de personas con discapacidades físicas.

El acuerdo prevé la realización de siete jornadas en total, en varios puntos del país. Durante las mismas, serán entregadas 200 sillas de ruedas, previo diagnóstico y evaluación de las condiciones de discapacidad de los beneficiarios.