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Campesinos de Alto Paraná apuestan a la agricultura orgánica
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28/05/2012

Con incesante lucha y sacrificio, Don Teodoro Galeano se configuró en un importante referente de los pequeños productores del Alto Paraná, liderazgo sustentado por una gran capacidad de trabajo que demuestra con los frutos que recoge de su propia finca de la Comunidad “El Triunfo” de Minga Guazú, donde tiene en forma permanente hortalizas de buena calidad y variedad.

Galeano es el actual presidente de la Central de Productores Hortigranjeros del Alto Paraná, que actualmente cuenta con más de 1500 socios y apuesta juntamente con su familia, con mucho optimismo por la producción natural. En su finca cuenta con varias parcelas cultivadas de tomate, repollo, locote y otros rubros, productos reconocidos por su garantía de calidad por los consumidores de la zona.

Teodoro Galeano, explicó que el proyecto productivo que han presentado a Itaipu Binacional tiene como fin fortalecer el trabajo que desarrollan en el campo, en este caso, la horticultura, teniendo en cuenta que existen muchas necesidades que superar para garantizar la buena producción, según su visión.

Mencionó que en tiempos de verano, para poder mediar ante las altas temperaturas, la media sombra y la cobertura de suelo, así también, durante las épocas de sequía, otra prioridad es el sistema de riego.

“Si la mayoría de nuestros asociados tuviera esas infraestructuras se garantizará la buena producción en el campo a así se podrá favorecer a los consumidores que acuden a los locales de feria en Ciudad del Este y otros sitios”, adujo.

Señaló que es factible un intercambio entre técnicos de Itaipu y la experiencia de campo de los productores. “Nosotros diseñamos un modelo de producción diferente del que tiene el gobierno nacional y el departamental porque precisamente el Ministerio de Agricultura hasta el momento no tiene un sistema que simbolice una alternativa para los pequeños productores”, significó.

Explicó que esta falencia es debido a que desde el momento en que la familia campesina se dedica al cultivo de algodón, sésamo y otros rubros, sufre grandes perdidas que derivan en la enajenación de su tierra y por ende, aumenta el desarraigo en el campo.

“En nuestro caso, diseñamos un modelo de acuerdo a la necesidad de los consumidores, con una producción diferente, orgánica y diversificada para poder satisfacer las exigencias del público”, subrayó. Recordó que cada productor integrante de la Central de Productores Hortigranjeros del Alto Paraná cuenta con 18 a 20 variedades de hortalizas y frutas en su finca que se llevan para la venta en la feria permanente de Ciudad del Este.

Al recordar los orígenes de la feria permanente hace 15 años, dijo que se inició con 22 comités y 250 socios y que actualmente cuentan con 1600 socios activos y 122 comités de 18 distritos a nivel departamental.

“Entonces los rubros eran muy escasos, porque el principal producto era el algodón y como ya no tenía renta fue cambiando de a poco, por lo que solamente llevábamos zapallo, calabaza, mandioca, verdeos. Luego los clientes preguntaban por repollo, brócoli, colifror, berenjena y otros”, recordó.

Aclaró que estos eran productos no tradicionales que en Paraguay muy poco se consumían. “A partir de esos pedidos nosotros averiguamos sobre las semillas y la parte técnica y vinimos a implementar en nuestras fincas. Yo me considero uno de los propulsores de esto y tengo el gran deseo de difundir mis conocimientos acumulados mediante mis investigaciones para que se pueda mejorar el sistema de producción”, aseveró.

Teodoro Galeano, enfatizó que actualmente se cuenta con 80 variedades de hortalizas y frutas que se comercializan en el local de la feria permanente de Ciudad del Este.

Objetivo y características de la huerta escuela

Refiriéndose al proyecto de huerta escuela que tienen con Itaipu Binacional, Teodoro Galeano anunció que el objetivo del mismo es fortalecer la producción cien por ciento natural u orgánica. Recordó que existen muchas dificultades en este contexto las cuales se han analizado en las reuniones conjuntas con los técnicos de Itaipu Binacional y del Servicio Nacional de Sanidad Vegetal (SENAVE), porque el ambiente, la tierra tienen alto grado de contaminación por el hecho de que los productores paraguayos están rodeados de sojales.

“Esto dificulta en gran medida la producción sana, si bien existe un compromiso por parte de SENAVE que se fortalecerá o convalidará el reglamente que existe para que se pueda generar condiciones y posibilidades para que las familias campesinas puedan desarrollar la producción orgánica y así posibilitar alimentos sanos para la población y para sus propias familias”, expresó.

Comentó que el proyecto de huerta escuela les viene muy bien a los integrantes de la Central de Productores, al indicar que realizaron una reciente reunión con los representantes de los 18 distritos que la integran y que habrán participantes de cada uno de los mismos durante la capacitación en el marco de este plan.

La formación a través de la huerta escuela tendrá una duración de cinco meses, con la certificación del Ministerio de Agricultura y Ganadería, que se basará en la capacitación técnica sobre la producción orgánica, según la información manejada por el presidente de la Central de Productores.

“La meta es llegar con este proyecto a cada comunidad y constituir un lugar donde la gente pueda acudir a aprender y luego poder ir a implementar en su finca y de esta manera incidir en el cambio del modelo de producción quimificada y dejar de lado el uso de productos agrotóxicos”, acotó.