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Itaipu invierte en la capacitación de empleados
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13/12/2010

Este lunes 13 de diciembre culminó el curso de entrenamiento “Control como proceso de garantía y éxito”, dirigido a empleados del Área Financiera de la Itaipu Binacional. La capacitación se inició el 8 de noviembre bajo el cargo de la facilitadora Diana Lima.

“El objetivo es darle un nuevo encuadre a la idea de control y no solo a la idea sino al control como proceso. El encuadre supone una actitud activa en la corrección de las desviaciones que uno pueda tener entre lo planificado, lo previsto y lo actuado, generar ese espacio de análisis y ese espacio de generar ideas conjuntas para llevar adelante el proceso de control, dentro de una actitud colaboradora de los participantes”, dijo la instructora.

La especialista insistió que durante el curso se abordó el control con un nuevo enfoque. “No verlo como un proceso de vigilancia ni de amenaza sino entender que dentro de ese proceso de realización, el control permite garantía de la actuación y así llegar al objetivo de acuerdo a lo previsto”, señaló.

Cuatro Inteligencias

Lima identifica cuatro inteligencias que se interrelacionan en la búsqueda de la mayor productividad y la mayor satisfacción de las personas.

1- Cognitiva o Intelectiva: Es valorada en el proceso de educación. Conocer, a través del conocimiento, se buscan las soluciones a todo.

2- De Convivencia o de Relaciones. Es la inteligencia de las relaciones. Relacionarse eficientemente con las personas en el entorno en el cuál uno se mueve es fundamental para alcanzar los objetivos en un proyecto

personal o laboral.

3- De Hacer/de Práctica: Si tenemos la inteligencia del conocimiento y de la convivencia, hay que colocar en la práctica todos esos aspectos que me permiten mayor productividad y mayor satisfacción. La práctica retroalimenta el conocimiento y a la vez ayuda en el manejo de las relaciones.

4- De ser: Es muy importante SER cada vez mejores. No es conocer más, no es buen relacionamiento solamente, no es hacer solamente. SER implica vivir desde las cualidades. Eso supone vivir desde la

honestidad, desde la rectitud, de la verdad, desde la bondad, desde la moral, desde la amabilidad.

Diana Lima es Psicóloga por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, especialista en organización. Directora del Primer Instituto de Programación Neuro-Lingüística del Paraguay. Pos-Grado en Gerencia para el Desarrollo Social por la Universidad de Alcalá de Henares, Madrid, España. Realizó varios cursos en el exterior en universidades de Chile, Estados Unidos y España.

“Es muy interesante”

“Este curso me pareció muy positivo desde el punto de vista del análisis sobre las barreras de comunicación que tenemos internamente dentro de la entidad. Da una especie de amplio imagen dentro de lo que es la competencia de las personas dentro de la entidad. Este curso brindó los diferentes tipos de competencias conscientes o inconscientes, cosa que no conocía. Otro tema interesante es en qué situación se pone una persona cuando se ve cercada por un jefe y las distintas formas de reaccionar”, señaló Julio Martínez, quien recientemente regresó de una capacitación en el exterior.

“Herramientas para comunicarnos”

Sara Mersán, otra de las participantes del curso valoró las herramientas que se señalaron en el curso para mejorar la comunicación. “Me encantó el curso, fue muy instructivo, nos enseñó como relacionarnos con los compañeros y las diferentes formas de comunicarnos desde el lenguaje corporal y verbal y la importancia de la sintonía que debe darse en el trato entre las personas, es decir, cómo construir esa sintonía en el equipo de trabajo”, explicó.

“Ayuda mucho para el día a día”

Para Diana Centurión, lo favorable del curso es que se constituyó un espacio que reunió a jefes y empleados. “El contenido ayuda mucho para el día a día, porque se aprende cómo afrontar y poder manejar el trato con los jefes y buscar una armonía entre jefes y empleados, que es una de las problemáticas suele verse en la Itaipu, una poca comprensión de ambas partes”, señaló.

“Nos sirve como experiencias para que los jefes también puedan escuchar y nosotros podamos expresar nuestras inquietudes”, apuntó.