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En multitudinaria celebración litúrgica, María Felicia fue proclamada beata
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25/06/2018

María Felicia de Jesús Sacramentado, conocida cariñosamente como Chiquitunga, ya subió a los altares. Este sábado, 23 de junio, durante una multitudinaria celebración litúrgica realizada en el estadio Nueva Olla del club Cerro Porteño, y presidida por S.E.R. cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, representante del papa Francisco, la carmelita descalza guaireña fue proclamada beata, convirtiéndose en la primera mujer paraguaya en alcanzar tan alto sitial en la religiosidad católica.

Más de 45 mil personas participaron del acto, que fue declarado de interés nacional por el Gobierno y al cual asistieron las autoridades nacionales.

El momento más emotivo

Durante el rito de beatificación, primeramente se dio lectura a la breve biografía de Chiquitunga, luego el cardenal Amato leyó la carta apostólica en latín, con la que, en nombre del papa Francisco, declaró beata a la religiosa carmelita.

En ese momento también se descubrió el rostro de la beata, plasmado en una gran superficie de madera, sostenida por una estructura de metal. La obra de arte fue realizada por el artista plástico Koki Ruiz, utilizando 70.000 rosarios donados por la feligresía. El arte sacro fue financiado por la ITAIPU Binacional, y recibió la ovación de todos los asistentes, por su singular belleza.

En la visita papal de julio de 2015, la ITAIPU también aportó el dinero para el diseño, realización y montaje del retablo, que lució en el altar de la misa campal realizada en Ñu Guasú, donde más de un millón de fieles católicos se dieron cita.

Esta obra de arte también muy admirada por la feligresía católica nacional e internacional. La obra incluía el símbolo de la Compañía de Jesús (congregación religiosa a la que pertenece Jorge Mario Bergoglio), también hechas con el mismo material, así como las imágenes de San Francisco de Asís y San Ignacio de Loyola, verdaderas “pintura de semillas”, hechas con granos de maíz, soja, diversos tipos de poroto, locro, arvejas y semillas de girasol.

Reliquia de la beata

Tras la proclamación de beata a Chiquitunga, se presentó en una urna la reliquia, consistente en el cerebro incorrupto, que fue llevado hasta el altar por dos religiosas, acompañadas de Ángel Ramón Duarte, el joven protagonista del milagro que ha permitido la beatificación.

Durante la homilía, el enviado de Roma dijo que María Felicia de Jesús Sacramentado “es una gran figura de joven generosa y alegre, en vivir integralmente su bautismo y su consagración religiosa a la luz de la gracia de Dios y el servicio al prójimo”.

Y subrayó que “la nueva beata alienta a la juventud paraguaya a permanecer siempre fieles al amor de Jesús y a siempre servir a los más necesitados”, concluyó el Cardenal.

Agradecimientos

En la parte final de la celebración litúrgica, monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción, agradeció a todos por haber asistido a la Beatificación de María Felicia, destacando el valor de la figura de la gloriosa mujer paraguaya.

“Paraguay se siente feliz por la protección de sus Santos”, dijo.

El prelado agradeció al Santo Padre, “por amar al Paraguay”, al Gobierno por todo su apoyo a este evento, que fue declarado de interés nacional, al Club Cerro Porteño, por facilitar el estadio y a todos los empresarios benefactores, que aportaron para la organización de la memorable fiesta de la feligresía católica.