Líder mundial na geração de energia limpa e renovável

Meio Ambiente
Evento da ONU em Zaragoza discute o modelo do CAB
Tamanho da letra
15/01/2015

A governança participativa da água é um dos principais desafios para garantir o uso sustentável dos recursos hídricos. Esse é um dos temas em discussão na Conferência Anual da ONU em Zaragoza, que é parte da Década da Água. O programa Cultivando Água Boa foi apresentado nesta quarta-feira (14) em um dos side events, como um modelo de governança participativa.
    
O programa foi apresentado pelos diretores de Coordenação, Nelton Friedrich (Brasil) e Pedro Domaniczky (Paraguai), pelo prefeito de Santa Helena e presidente do Conselho de Lindeiros, Jucerlei Sotoriva, e pelo presidente do Instituto Superior de Administração e Economia, Norman de Paula Arruda Filho.
   
A sessão foi aberta pelo novo relator especial das Nações Unidas para o Direito Humano à Água e ao Saneamento, Leo Heller, que apresentou o CAB como uma experiência inovadora de participação cidadã na gestão da água.
    
Em seguida, foi apresentada a iniciativa Global Water Solidarity, uma rede especializada em fomentar projetos de cooperação e participação sobre água da parte do Pnud. Essa seção foi concluída com as apresentações de Javier Celma, da prefeitura de Zaragoza; Iñigo Bilbao, da prefeitura de Bilbao; Rafael Martí, presidente do Contrato de Rio de Matarraña; e Víctor Viñuales, diretor da Ecodes.
     
Todos se manifestaram interessados em estreitar os laços e conhecer o CAB mais profundamente para tornar os projetos mais participativos e estendê-los a outras regiões. Ao final da seção, foi lida a Declaração pela Gobernança Participativa da Água.
       
Confira a íntegra do documento abaixo:
     
DECLARACIÓN  POR LA GOBERNANZA PARTICIPATIVA DEL AGUA
      
El agua organiza la vida en la tierra. Lo saben los científicos y lo sabe la gente común, la ciudadanía; lo saben los pueblos indígenas, lo sabemos hoy y lo sabían nuestros ancestros.
    
Sí, dependemos totalmente del agua para vivir. La humanidad somos agua-dependientes. Necesitamos agua buena para beber, para comer, para la economía, para disfrutar, para ser felices. Y  la biosfera entera, de la cual dependemos totalmente, necesita  agua para existir. El agua es el sostén de la vida.
    
Sin embargo, durante  décadas hemos estado viviendo inmersos  en un modelo de producción y consumo que una y otra vez ha agredido el ciclo del agua. ¡No la hemos cuidado ni para nosotros mismos! De modo y manera que millones de seres humanos beben agua contaminada y además no la tienen accesible. Por tanto, su derecho humano al agua, como reconoce NNUU, no existe en la práctica.
    
En el siglo XXI, finalmente, debemos resolver los desafíos del agua, tal y como se establecen en los Objetivos de Desarrollo Sostenible que impulsa NNUU y no podemos permitirnos como civilización que millones de seres humanos no tengan agua digna que beber. Y no podemos permitirnos seguir envenenando  el ciclo del agua que alimenta y nutre al planeta y a nosotros mismos.
     
Para resolver los desafíos del agua tenemos que utilizar un enfoque sistémico y utilizar todas las palancas del cambio: normativas, tecnologías, instrumentos financieros, políticas públicas, educación y cambios culturales…
    
Y, sobre todo, hay un factor crítico para tener éxito y resolver los desafíos del agua con ambición y rapidez: que la ciudadanía se implique en su resolución.
    
En este encuentro hemos conocido ejemplos de iniciativas de gobernanza participativa del agua: El contrato  del río  Matarraña y sobre todo la  enorme  experiencia de Cultivando Agua Boa-Itaipu en Brasil. Esta última iniciativa se caracteriza por haber desarrollado una tecnología social de relaciones que toma el agua como eje de integración de todos los actores sociales de la cuenca, partiendo  de una amplia participación corresponsable genera un movimiento de sostenibilidad territorial cambiando los modos de ser, vivir, producir y consumir. Así, la Cuenca Hidrográfica del río Paraná 3 se ha convertido en un laboratorio vivo de sostenibilidad.
   
Además  las juntas comunitarias de agua en América Latina y en el mundo han acumulado una enorme experiencia organizativa en su esfuerzo por asegurarse el agua para beber.
   
El ciclo del agua, su gestión participativa, puede ser el elemento organizador de la sostenibilidad en un territorio, integrando las necesidades de las personas, garantizando el derecho humano al Agua y al Saneamiento, regenerando el ciclo del agua y asegurando el respeto a los límites del planeta.
   
Las entidades colaboradoras del Encuentro de Zaragoza animamos a AAPP, ONGs, empresas… a practicar  y promover esa cultura colaborativa entre los diversos actores para sumar fuerzas y coordinar acciones en pro de una gestión sostenible del agua tomando como unidad la cuenca y las microcuencas hidrográficas.  También instamos a que NNUU divulgue y promueva las iniciativas que tienen como foco la gobernanza participativa del agua.
    
Por nuestra parte nos comprometemos a divulgar las prácticas más innovadoras que desarrollamos y a propiciar la creación de una red  de iniciativas que pongan el énfasis en la gobernanza participativa del agua.
     
¡Es tiempo de sumas! Es tiempo de propiciar la máxima participación en la gestión de un bien único como es el agua.