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Refaccionan Museo de la Tierra Guaraní
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16/01/2011

Con el fin de desarrollar diversos planes de revitalización y readecuación del Museo de la Tierra Guaraní, del Centro Ambiental de la Itaipu Binacional, ubicado en la Supercarretera, en Hernandarias, se procedió a su clausura desde este mes de diciembre.

El Museo se reabrirá en el mes de mayo del 2011, con varias mejoras que implicarán la modernización de sus dependencias, en el marco de la conmemoración del Bicentenario de la independencia de la República del Paraguay, según anunció Ibis Marta Martínez, jefa de División de Educación Ambiental de la Itaipu Binacional.

El Museo de la Tierra Guaraní se encuentra enmarcado dentro del Programa de Valorización del Patrimonio Institucional y Regional, cuya finalidad es la de preservar, valorizar y difundir el patrimonio histórico- cultural, técnico - científico y ambiental de la Itaipu.

“Es un instrumento de conocimiento, investigación, comunicación y educación entre las generaciones presentes, pasadas y futuras, un espacio en donde se busca mantener viva la memoria cultural y ambiental de la región”, indicó Ibis Marta Martínez.

El objetivo del proyecto es ampliar el concepto del Museo de la Tierra Guaraní, al dotarlo de la superficie, infraestructura y el equipamiento necesario para la mayor valorización de su capital científico, educativo y cultural.

En tal sentido, se han iniciado los trabajos de readecuación del local, para mejorar los programas de educación ambiental, turismo, recreación, investigación científica, intercambio tecnológico, difusión de conocimientos a nivel nacional e internacional, que se vienen realizando.

Asimismo, con la revitalización del Museo se pretende brindar a la comunidad nacional e internacional un espacio de aprendizaje e interacción con la naturaleza y con la cultura regional.

Los planes que se están ejecutando también apuntan a fortalecer el espacio destinado a dar visibilidad a las comunidades primigenias, así como a los históricos - culturales insertas en la región.

El plan de revitalización del Museo, también busca entre otros aspectos, potenciar un espacio de protección de la rica biodiversidad nativa, fortalecer la visibilidad nacional e internacional de la Itaipu Binacional, en sus acciones ambientales con miras a la protección.

Además se pretende brindar un espacio de aprendizaje e interacción continuas con la Naturaleza, integrar las acciones socioambientales con enfoque de Desarrollo Sostenible y coordinar acciones en el ámbito turístico, ambiental y tecnológico.

Anualmente, en el Museo se reciben aproximadamente a unas 72.000 personas, entre visitantes nacionales y extranjeros.

En un intenso operativo, los empleados del Centro Ambiental realizan tareas de protección en medio de las actividades de traslado de las piezas arqueológicas.

Actualmente el Museo resulta pequeño para tanta cantidad de visitantes, por lo tanto, para permitir la ampliación las diferentes oficinas se trasladarán a otro pabellón del predio del Centro Ambiental que también ya se está refaccionando y acondicionando. Además se enriquecerá los muestrarios con nuevas piezas arqueológicas, de acuerdo a lo manifestado por Ibis Marta Martínez.

Historial del Museo de la Tierra Guaraní

Todas las muestras expuestas en el museo fueron colectadas en el Área de influencia del Embalse, desde el inicio de la construcción de la Central Hidroeléctrica. El mantenimiento, renovación y/o enriquecimiento de las colecciones se realizan en los laboratorios del Museo.

La reserva científica del Museo de la Tierra Guaraní consta de aproximadamente 60.000 muestras y se clasifican en dos tipos de colecciones: biológica y antropológica. Las mismas tienen un inestimable valor cultural, científico y técnico.

La colección biológica, está compuesta por muestras de animales, vegetales y hongos, representativos del área de influencia de Itaipu. La colección antropológica cuenta con muestras entre las cuales se encuentran objetos testimoniales de culturas prehistóricas y recientes. Según estudios, algunas piezas arqueológicas se remontan entre 6 mil a 7 mil años de antigüedad aproximadamente, evidenciando así el paso del hombre por la región.

La prospección arqueológica fue efectuada a lo largo de la costa del río Paraná, desde 1975 hasta el año 1982. La colección cuenta con muestras: líticas, cerámicas, histórico culturales y artesanías indígenas.