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Medio Ambiente
Reabren taller de muestras biológicas en el Centro Ambiental de Itaipu
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09/10/2010

Luego de más de veinte años fue reactivado el taller de taxidermia, utilizado para disecar organismos vivientes o embalsamamiento de especies de la fauna, en el Centro Ambiental de la Itaipu Binacional de Hernandarias. La rehabilitación del taller ha posibilitado el mejoramiento y garantía para la producción de las muestras biológicas, según destacó Ibis Marta Martínez, jefa de Educación Ambiental.

A través de este taller de taxidermia que está a cargo de Arnaldo Cabrera, se pudo dotar de una gran variedad de piezas que desde hace mucho tiempo se observan en las distintas vitrinas del Museo de la Tierra Guaraní, que configura una de las atractivas áreas del Centro Ambiental.

Además de las técnicas de realización de autopsias de animales muertos dentro del zoológico o traídos de otro lado, las muestras biológicas sirven para fines didácticos, ya que los trabajos se relacionan con una variedad de aspectos de los programas académicos. En tanto, los alumnos de la primaria, media y de la educación universitaria acceden durante sus visitas, a la opción de complementar en forma práctica sus respectivas lecciones vinculadas con el área de la zoología.

Arnaldo Cabrera, heredó los conocimientos, la experiencia y las técnicas, de su padre Felipe Cabrera, hoy jubilado de la Itaipu Binacional. Ambos son los principales artífices de la reactivación del taller de taxidermia y es una especialidad inexistente aún dentro de las carreras universitarias de nuestro medio, conforme indicó Arnaldo Cabrera.

El mismo elaboró una amplia reseña sobre la historia de la taxidermia, de cuyas referencias extraemos que es el “arte y el oficio de disecar organismos vivientes. Requiere cierta familiaridad con la anatomía, técnicas de disección, escultura, pintura, sistemas de preservación. El término taxidermia significa “dermis” piel y “taxis” acondicionamiento, aunque esta última técnica, es más específica y compleja químicamente, en donde el organismo es preparado prácticamente sin abrir el cadáver.

Inicios de la técnica

El arte de la taxidermia data del siglo XVIII, y está asociado al creciente interés por la historia natural que tuvo lugar durante el Siglo de las Luces. Aunque las pieles se conservaban con elementos químicos, las técnicas, que consistían en rellenos de heno o paja, resultaban rudimentarias. A medida que fueron mejorando los métodos de conservación y las técnicas de adaptación de las pieles y plumas, el arte de la taxidermia se hizo más preciso, y se consiguió dar una apariencia más real al animal.

Alrededor del siglo XIX, taxidermistas profesionales comenzaron a trabajar para los museos. El primer taller importante, Rowland Ward´s, se fundó en Londres, alrededor de 1850. Desde el siglo pasado y con el creciente interés de los naturalistas por preservar valiosos especímenes de estudio fue progresando rápidamente, alcanzando en estas últimas décadas un alto perfeccionamiento en los métodos y materiales empleados. Dichos avances fueron acompañando las modernas tendencias de exhibición en museos de historia natural y de ciencias naturales. La taxidermia no pretende simplemente conservar ejemplares para colecciones (por ejemplo conservación de cueros) sino también, lograr que los materiales preparados tengan el aspecto de vivos, ya que solo así se alcanzarán las mayores expectativas en lo que a materia didáctica se refiere.

Taxidermia con fines científicos y didácticos

La técnica de taxidermia debe ser utilizada con fines científicos y didácticos, legalmente autorizados, no tiene como objetivo el de obtener trofeos de caza, sino material de estudio. En muchas ocasiones la muerte de los animales ocurre por causas naturales, fruto de una colecta científica autorizada o proporcionados por zoológicos, granjas, reservas y demás establecimientos que posean ejemplares silvestres en cautiverio.

La taxidermia es una herramienta sin fines comerciales, una técnica que permite aprovechar un material de investigación y estudio. Actualmente el ejercicio de esta profesión posibilita el contacto de personas no videntes y público en general con animales salvajes, en algunos casos únicos que existía en un determinado lugar, que ha cedido el paso para asentamiento humano, pues de otra manera, nunca los tendrían a su alcance para poder apreciarlos más allá de una fotografía.

Si bien en la taxidermia hay distintas maneras y métodos para poder llevarla adelante, dependiendo siempre del tipo de espécimen, se debe tener en cuenta varios puntos fundamentales para realizar este trabajo: conocer al animal en su vida natural, observar cómo se comporta, los gestos corporales. Para ello, el taxidermista debe ser un buen observador y poseer destreza de un cirujano y la paciencia de un monje a los efectos de taxidermizar una misma especie en varias formas alternativas, pues cada espécimen es único.