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Paraguay Bio 2 apunta a trabajar con productores del Bosque Atlántico
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22/05/2018

En la sede de la oficina del Banco Mundial, en Paraguay, el director de coordinación ejecutivo, ingeniero Pedro Domaniczky, mantuvo una reunión con la directora del Proyecto Paraguay Biodiversidad (Paraguay Bio), por el Banco Mundial, Ruth Tiffer. En la ocasión se abordó respecto a las estrategias a ser implementadas dentro del corredor biológico del Alto Paraná y su interrelación con los productores de la zona.

De esta reunión de trabajo participó además el director ejecutivo de la Fundación Moisés Bertoni, Yan Speranza. Durante la sesión se analizaron las acciones que se emprenderán a lo largo del corredor biológico del Alto Paraná, de acuerdo al Proyecto Paraguay Biodiversidad, segunda etapa, emprendimiento implementado por la ITAIPU Binacional, siendo los coejecutores la Secretaría del Ambiente (SEAM) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través del Proyecto PRODERS.

El programa tiene como aliados estratégicos al Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) y al Instituto Forestal Nacional (INFONA). En esta alianza, el Banco Mundial, por medio del GEF, dispuso de 4,5 millones de dólares para el proyecto; en contrapartida, la ITAIPU cooperará con 6 millones de dólares, y el Proyecto PRODERS con 6,31 millones de dólares.

El director de coordinación ejecutivo, Pedro Domaniczky, explicó que están avanzando en la segunda fase del Proyecto Paraguay Biodiversidad, de modo a establecer nuevamente una oportunidad de trabajo conjunto con el Banco Mundial, mediante la suscripción del Acuerdo Marco de Servicios Técnicos y de Asesoramiento Reembolsable (RAS).

Alianza con productores

Pedro Domaniczky.

“Se pretende lograr una alianza real con los grandes y pequeños productores, comprendidos dentro del corredor biológico. En la reunión hubo una exposición sobre las estadísticas de cómo va el mapeamiento de zonas consideradas sensibles. También analizamos esquemas pareados entre el área de influencia de la ITAIPU y del corredor biológico, para potenciar la protección en ambas franjas, y articularlos con los trabajos realizados por los investigadores del instituto smithsoniano”, precisó el director Domaniczky.

Destacó que la idea, para la segunda fase, es llegar a 905 mil hectáreas protegidas, adicionalmente a las áreas de la reserva de la ITAIPU, e interconectadas unas con otras, desde la reserva San Rafael hasta la reserva de biosfera del Mbaracayú.

Preservación de bosques

Por otra parte, el director de Coordinación dijo que están estudiando la sostenibilidad del proceso de corredores y prospección de fondo, a nivel mundial. “Es por eso el trabajo de monitoreo con el Banco Mundial. Tenemos necesidad de contar con mapas, recursos a nivel internacional, para que el proceso pueda tener líneas de financiamiento y fondos de donaciones, de manera a fortalecer esta cruzada planetaria, que es la preservación e interconexión de los remantes boscosos existentes”, acotó.

Asimismo, aclaró que tratándose de interconectar los remantes boscosos, ya no se habla solo como país, sino a nivel planetario, con la captación de carbono, preservación de los recursos hídricos y del suelo.