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Monitorean y evalúan la biodiversidad en las áreas protegidas, con apoyo del Smithsonian
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20/07/2018

Las acciones de monitoreo y evaluación de la biodiversidad del Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAPA), de la ITAIPU Binacional, en el marco del convenio y la alianza con el Smithsonian Conservation Biology Institute (SCBI), de EE.UU, mediante la elaboración de protocolos, han iniciado en las áreas protegidas; se destacan avances y descubrimientos a nivel de fauna y flora.

El Programa de Monitoreo y Evaluación de la Biodiversidad (BMAP en inglés), el status y la tendencia de algunas especies y de los hábitats en las áreas protegidas de la ITAIPU Binacional, está en marcha, a fin de lograr una adecuada gestión y manejo de las mismas. Los primeros avances se dieron a conocer este miércoles, durante la noche temática de Medio Ambiente, evento organizado por la Dirección de Coordinación en el stand de la ITAIPU, en la Expo de Mariano Roque Alonso.

La ingeniera forestal Victoria Rika Kubota fue la encargada de la presentación del BMAP, destacando que su implementación se logró mediante el convenio entre la ITAIPU Binacional y el Smithsonian Conservation Biology Institute (SCBI).

Para el trabajo de monitoreo también se suma la Asociación Paraguay Orgánico, que a través de un convenio con la Binacional es la responsable de adquirir los equipos y materiales para realizar estudios de campo y laboratorio. Los estudios abarcan: ornitología, anfibios y reptiles, vegetación, mastozoología y cobertura vegetal.

Protocolo de monitoreo bioacústico

La ingeniera Kubota explicó que dentro del protocolo de monitoreo bioacústico de la avifauna (ornitología) se busca evaluar la riqueza, composición y tasa de detección/índice de las actividades en los diversos hábitats de las áreas protegidas de la ITAIPU y sus corredores biológicos.

Como metodología de trabajo, detalló que fueron seleccionados 60 sitios de la reserva de Limoy e Itabó, y 20 lugares para Yvyty Rokai, Tatí Yupí, Pikyry, Pozuelo, Mbaracayú y Carapá. Para el monitoreo se colocaron grabadoras automatizadas, que se configuran para grabar 1 minuto por cada 10 minutos, las 24 horas, por 21 días, en los sitios donde fueron instaladas.

Refirió que las grabaciones del estudio de las aves serán procesadas en una plataforma de software de análisis bioacústico, mediante la cual se podrá subir, almacenar, administrar y analizar todo lo relacionado a las aves, sus hábitos, cantos y vuelos.

Protocolo de monitoreo de herpetofauna

Con respecto a este protocolo, la ingeniera precisó que servirá para el estudio de anfibios y reptiles, a fin de conocer el estado de conservación y las tendencias de los reptiles y anfibios, en distintas comunidades naturales de las áreas protegidas.

Para este trabajo, comentó que se colocarán “trampas pozo”, velando siempre por la integridad de los anfibios y reptiles. Estas trampas se ubicarán en 12 puntos, en las reservas grandes, y 8 en las más pequeñas. Posteriormente, se realizará la apertura de las trampas, con 12 noches de muestreo. Con este protocolo se busca trazar la línea paralela de los sitios de reproducción en horario nocturno, identificando auditiva y visualmente los reptiles y anfibios.

Protocolo de vegetación, nuevos registros

Con este estudio, acotó la ingeniera forestal, se busca caracterizar los tipos de bosques de las áreas protegidas de la ITAIPU Binacional, según la flora y tipo de suelos, con 70 puntos de muestreo, muestreo semi-aleatorio, muestro de bosques altos y bosques sobre suelos húmedos.

Como avance se puede rescatar el registro nuevo de orquídeas, de hábitos terrestres, en la reserva de Itabó, como ser: Corymborkis flava (Sw), Eulophia alta (L) Fawc, y Rendle, que figura también como nuevo registro para el Alto Paraná.

Protocolo de mamíferos terrestres

Sobre el Protocolo de mamíferos terrestres, mencionó que el estudio busca evaluar la abundancia, riqueza, composición y patrones de comportamiento de mamíferos medianos y grandes de las áreas protegidas de ITAIPU, en relación con las características de sus respectivos hábitats.

Para este trabajo, acotó, se están colocando cámaras por los árboles, con sus respectivas cajas de seguridad, a una altura de aproximadamente 40 cm. Los hábitats a ser monitoreados son bosques altos, bajos y áreas inundadas.

Con esta técnica, destacó la ingeniera Kubota, se obtuvieron imágenes diurnas y nocturnas de Cerdocyon thous (zorro cangrejero); Mazama nana (uno de los ciervos más pequeños en la región); Mazama americana (guasú pyta) y el Tapirus terrestres (tapir o mborevi).