Un grupo de 48 jóvenes paraguayos forma parte de la Universidad Federal de la Integración Latinoamericana (UNILA), cuya aula inaugural presidió este jueves 2 de setiembre, el presidente del Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, acompañado de la mayoría de sus ministros, autoridades brasileñas, paraguayas y los directores generales de la Itaipu Binacional. “Los paraguayos, cada uno desde un punto de Paraguay, somos testigos de una utopía que se hizo realidad, para juntar América con jóvenes capaces de romper murallas y vencer barreras”, dijo Nadia Ruiz, estudiante de Relaciones Internacionales de la UNILA, quien habló en el acto, en representación de sus compañeros paraguayos.

Jóvenes de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, vivieron emocionados la celebración de un acto histórico, hablando todos el mismo lenguaje respecto a la integración, como reafirmación de un compromiso con el continente. Un ejemplo de hermandad.

El director General brasileño de la Itaipu Binacional, Jorge Samek, reconoció y agradeció la apertura del gobierno paraguayo, para hacer posible el establecimiento de la sede de la Universidad en esta frontera, con aporte de la Entidad.

La UNILA funciona provisoriamente en instalaciones cedidas por el Parque Tecnológico Itaipu (PTI), lado brasilero. Cuenta actualmente con 200 alumnos de diferentes carreras de pregrado.

Orlando Pessuti, gobernador del Estado de Paraná afirmó que “UNILA es la sustitución de los muros que nos avergüenzan y nos entristecen, como los que están entre México y Estados Unidos. Es el reto de derribar las trincheras que impiden la integración, con ella estamos caminando hacia una América Latina libre e integrada”, dijo emocionado al hacer uso de la palabra.

Una revolución de la enseñanza profesional
Los estudiantes - en todo momento- ovacionaron al presidente Lula Da Silva, quien durante la conferencia magistral resaltó que la UNILA es una de las 14 instituciones de enseñanza superior, creadas durante su gobierno en Brasil.

El jefe de Estado brasileño calificó la iniciativa como una revolución de la enseñanza profesional y una puerta que se abre a toda la juventud latinoamericana y para ser la pre-configuración del desarrollo solidario latinoamericano, capaz de revertir las secuelas de una lógica perversa de distribución de las riquezas, emergente de una sed de absolutismo económico, donde las políticas sociales perdieron espacio.

“Esta universidad va a formar nuestra conciencia política de América Latina. Posiblemente de aquí a 10, 15, 20 o 25 años, nosotros ya tendremos líderes de la América Latina formados en UNILA, creando universidades similares a ésta, con más alumnos de varios países. Quién se puede explicar que un país pequeño como Cuba consiga hacer una Universidad de Medicina, nosotros también podemos hacerlo”, aseguró Lula.

Recordó que en tiempos pasados tenía casi una obsesión de crear una universidad latinoamericana. “Quiero agradecer al Congreso Brasileño por el esfuerzo realizado para que nosotros pudiéramos antes de terminar mi mandato, hacer este encuentro de lanzamiento con todos”.

Anunció que ya está listo el proyecto de la licitación para el predio de la universidad, y mientras tanto, “aquí podrán entrar unos 4 mil alumnos y esperamos que el año que viene ya estén guatemaltecos, hondureños, salvadoreños, cubanos, chilenos, entre otros. Esta universidad puede crecer. Hoy son 200 alumnos, el año que viene pueden llegar a más de 1.000 alumnos. Tiene que haber una capacidad de 4 a 5 mil alumnos”.

“Quiero admitir que esto era una cosa extraordinaria, pero aún no estaba conforme. Yo quería hacer una universidad en el continente africano. El Brasil tiene una deuda histórica con África. Una deuda que nosotros no podemos pagar con dinero, entonces qué hicimos, fue aprobada por el Congreso Nacional, una universidad Afrobrasileña, en el Estado de Ceará, en donde trabajadores negros se liberaron, ahí hicimos una universidad para 10 mil alumnos, 5 mil brasileños y 5 mil africanos, estudiando juntos, para el desarrollo de los pueblos brasileño y africano”.

Lula Da Silva señaló además que “ustedes están acompañando lo que está sucediendo en nuestra América Latina, yo soy el primer presidente del Brasil que visitó todos los países de América del Sur, de América Latina y del Caribe y otros continentes en pos de la integración solidaria”.

“Nosotros habíamos conquistado la independencia, pero la verdad es que en nuestro pensamiento seguimos colonizados y económicamente fuimos subordinados a los Estados Unidos”, manifestó durante su larga alocución, el presidente brasileño.

“No sirve que Brasil viva cercado de países pobres”
Pese a la larga espera de la llegada de Lula, al local del ex cine de la Margen Izquierda, un auditorio lleno siguió con entusiasmo su conferencia, durante la cual resaltó que “antes, Argentina y Brasil tenían una balanza comercial de 7 billones de dólares, la cual hoy llega a los 30 billones de dólares”.

“Argentina se quedaba mirando a los Estados Unidos como Brasil. Nosotros no confiábamos en nosotros mismos. Nos dábamos las espaldas unos a los otros, y el papel que el Brasil juega en América del Sur como país con mayor población, de mayor industrialización, es la obligación de solidarizar con nuestros hermanos que hacen frontera”, afirmó.

El mandatario brasileño reconoció que “El Brasil no tiene que tener deuda, el Brasil tiene que donar porque es así que construimos. No sirve que el Brasil viva cercado de países pobres, el Brasil debe ser rico, pero los otros países vecinos del Brasil, tienen que estar ricos también, para que podamos entre nosotros compartir y repartir el resultado de la riqueza”.

“Después de 200 años, nosotros estamos aprendiendo a andar con nuestras piernas, a ver con nuestros ojos, a hablar con nuestras bocas y a pensar con nuestras cabezas y cuando eso sucede, ahí sí nosotros estamos conquistando definitivamente nuestra independencia”, manifestó un eufórico y aplaudido Lula.

“Cuando eso sucede como una universidad como ésta, al salir de aquí y volver a mi casa y terminar mi mandato, termino con la consciencia de que la semilla para la integración está sembrada, lo que es más importante que una calle o un puente y está aquí en estos jóvenes que van a tener que sacrificarse por el futuro de nuestra América Latina”, finalizó.

Acceso de Paraguay a la alta especialización
El ministro de Educación y Cultura de Paraguay, Luis Alberto Riart, quién participó este jueves 2 de setiembre de la apertura de aula en la Universidad Federal de la Integración Latinoamericana (UNILA), alegó que en este momento las universidades brasileñas y los centros de investigación del Brasil están ranqueados, a nivel mundial, entre los más importantes.

Destacó que UNILA tiene la vocación de ser una universidad del Mercosur y de la integración, en la que es importante que se logre la incursión de alumnos paraguayos, para hacer altos estudios y además un plantel de docentes paraguayos.

Otro elemento que se puede llevar a cabo a través de la UNILA, es que se instale líneas de investigación que tengan que ver con temas tan importantes para el Paraguay, como la energía, el aprovechamiento de los recursos hídricos, el cultivo sustentable, un tema muy importante en el área de influencia.

“Con la apertura de la UNILA podemos ir estrechando cada vez más los buenos vínculos que tenemos con la educación superior del Brasil y tender puentes entre nuestras universidades, para lograr estos objetivos, que para nosotros son claros, uniendo las dos fuerzas que tenemos: la inteligencia de nuestros ciudadanos y ciudadanas y los recursos energéticos y económicos que nos brinda Itaipu”, significó Riart.

El Ministro manifestó que la gran mayoría de las universidades trabajan en redes, ya no se puede pensar en una universidad aislada. Alegó que de todos los proyectos de integración que se tienen en la región, uno de los más importantes es UNILA, ya que puede ser un espacio donde muchos docentes paraguayos asistan un semestre y participen en grupos de integración. “La cercanía significa una gran oportunidad, ya que los beneficiarios no se alejarán de Paraguay”, afirmó.

A criterio de Luis Alberto Riart, la UNILA simboliza el gran desafío que es construir desde la educación superior, un aporte al desarrollo de las problemáticas sociales, ya que el país no necesita de universidades que den la espalda a la realidad, sino de una universidad que esté enfocada en la realidad, que permita solucionar – desde las ciencias – los problemas que tiene la gente cotidianamente.

Agregó que “hoy se está discutiendo en nuestro país todo lo que tenga que ver con maíz transgénico, sobre el fenómeno “La Niña”, cómo vamos a enfrentar seis meses de sequía, en todo eso, la universidad tiene que dar su aporte, sobre todo porque hay soluciones”.