La estación de Lombricultura del vivero forestal de la Itaipu Binacional en Hernandarias, respalda iniciativas comunitarias de producción de abono orgánico, que actualmente tiene una alta demanda en el mercado y se convirtió en un rubro interesente. Este programa se realiza a través de la cría de lombrices californianas, conocidas también como “obreras ad honoren”.

Un rubro rentable y que bien puede sumarse a las alternativas de ocupación de diferentes sectores comunitarios, surge de la producción de abono orgánico, para la cual la Itaipu Binacional cuenta con un programa de capacitación y adiestramiento, a través de su Centro Ambiental, ubicada a escasos metros de la Supercarretera Itaipu, Hernandarias.

La lombricultura es un área de trabajo del Centro Ambiental de Itaipu, creada con el objetivo de producir humus que es utilizado para el mejoramiento de la calidad y fertilidad del suelo.

La producción mensual de humus es de 3.500 a 3.800 kilos, totalmente empleados en la preparación de suelo para el cargado de macetas y plantas.

La estación de Lombricultura tiene una gran capacidad para abastecer la demanda, tanto de la Itaipu binacional, como de interesados de la comunidad en general. Este programa se realiza a través de la cría de lombrices californianas, conocidas también como “obreras ad honoren”.

Apoyo a iniciativas comunitarias

El abono orgánico producido en la Lombricultura es distribuido también en carácter de donación para diferentes instituciones educativas de la zona, según informó la ingeniera Elba Quiñónez de Candia, encargada de Producción de Plantas Forestales, frutales y nativas, del Centro Ambiental Itaipu, quien también acompaña el trabajo de los trabajadores del lombricario.

“Es un rubro altamente rentable”, dijo la profesional al mencionar que actualmente hay numerosos viveros tanto en la zona altoparanaense, como en el resto del país, por lo que el abono orgánico tiene un mercado seguro.

Los estudiantes universitarios y de la Media, inclusive de la etapa básica, al ver la producción toman mucho interés por la misma, conforme indicó la ingeniera Quiñónez.

A través de este programa desarrollado por los técnicos, la Itaipu Binacional abre una alternativa de difusión de la producción de abono orgánico, la cual tiene importancia en otras dimensiones como la preservación del medio ambiente en el sentido de proyectar un importante soporte para la reforestación.

Como opción de renta, la elaboración de abono orgánico es facilitada por la Itaipu Binacional que tiene capacidad de responder a los diferentes comités de productores y otras organizaciones.

Esta área del centro ambiental tiene una agenda de capacitación durante todo el año y también provee las matrices para su multiplicación. Este aporte de la Itaipu Binacional es un respaldo a las iniciativas de emprendedores de diferentes sectores: grupos de estudiantes, comités campesinos e indígenas.

¿Por qué es importante la lombricultura?

La lombricultura son las diversas operaciones relacionadas con la cría y producción de lombrices y el tratamiento, por medio de éstas, de residuos orgánicos para su reciclaje en forma de abonos y proteínas. Este abono, de muy buena calidad, se denomina humus de lombriz o lombricompuesto.

Quienes practican la lombricultura, directa o indirectamente están ayudando a mejorar la calidad de los suelos de nuestro planeta, aportando a la reposición del humus, elemento indispensable para la vida vegetal.

Mediante el aporte de humus de lombriz, es posible restaurar tierras que han sido devastadas por la erosión continua producida por ciertas explotaciones agrícolas, el uso continuo de fertilizantes artificiales, y muchos otros factores degradantes.