En enero pasado se había iniciado el proceso de capacitación y provisión de insumos y materiales para que las familias del Barrio San Francisco puedan tener su propia huerta. Las familias que participaron de este plan piloto, hoy, ya pueden ver los frutos de este esfuerzo, hecho que tiene un efecto multiplicador en la comunidad.

Técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en cooperación con Hábitat para la Humanidad (contratada por la ITAIPU para el Proceso de Desarrollo Social de la comunidad), iniciaron, a fines de enero, las actividades de capacitación y la provisión de insumos y materiales para que las familias del Barrio San Francisco puedan tener su propia huerta.

A casi dos meses de este proyecto, los resultados saltan a la vista; las primeras familias que se anotaron para el plan piloto, ven el resultado de sus huertas. El crecimiento de lechuga, cebollita de verdeo, acelga, tomate, locote, forman parte de un paisaje colorido y saludable en el Barrio San Francisco.

Experiencia gratificante

Daniel Franco muestra orgulloso su “huerta en casa” y comentó que fue una experiencia fantástica la de poder plantar las hortalizas.  “Ya tenemos lechuga, acelga, cebollita. Mis plantas de tomate y locote también están creciendo bien, y sanas”, comentó nuestro entrevistado, que junto a su esposa e hijos fueron uno de los primeros beneficiados con una vivienda digna en el Barrio San Francisco. 

La familia de Daniel Franco es de la etnia Mby´a Guaraní; antes de mudarse al Barrio San Francisco vivían en el Barrio San Vicente (Chacharita baja), en condiciones poco dignas, pero su vida cambió para bien. “Estamos bien, tenemos casa, y menos preocupaciones”, expresó.

Seguridad alimentaria

El plan piloto “Huerta en casa” busca fomentar la cultura de la autogestión y la seguridad alimentaria.  Además, los efectos positivos de las huertas familiares sobre la salud de las personas y del medio ambiente sustentable, impulsaron a un grupo de familias del Barrio San Francisco a participar del proyecto, que son ejemplo ahora para otras familias vecinas,  que también quieren su pequeña huerta familiar.

El plan consiste, básicamente, en enseñar a las familias el montaje de huertas elevadas, hechas con maderas de palets, forradas en un semifondo con plástico para jardinería y utilizando otros materiales reciclables, como botellas y botellones plásticos, además de la  provisión de semillas.