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Responsabilidad Social
Becarios de Itaipu se reúnen en Villarrica
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26/11/2010

Una concurrida jornada reunió a 700 becarios de Itaipu, de los departamentos de Caaguazú, Guairá y Caazapá este viernes 26 de noviembre en el Polideportivo del Club Ycua Pytâ de Villarrica. El encuentro estuvo organizado por el departamento de Becas de la Itaipu Binacional y el Viceministerio de la Juventud.

Este encuentro con los becarios tiene lugar en el contexto de las actividades que se vienen realizando en todo el país, con los beneficiarios de Itaipu en el ámbito de las becas mediante el concepto de Retorno Social.

El taller busca la concienciación de los jóvenes sobre la necesidad de una devolución voluntaria en sus comunidades, mediante la identificación de problemas locales cuyas soluciones pueden ser canalizadas o gestionadas por los jóvenes.

Mirta Olmedo, directora del Observatorio de la Juventud del Viceministerio de la Juventud, explicó el motivo de la reunión y refirió a la necesidad entender el retorno social como una forma de patriotismo en la búsqueda de una segunda independencia, en coincidencia con el Bicentenario.

"Comuniquen a tiempo"

Luis Quevedo, del departamento de Becas de la Itaipu, explicó que actualmente existe una política de comunicación con los beneficiarios de la beca, a fin de reducir la pérdida por falta de cumplimiento de las obligaciones por parte de los jóvenes, como mantener el promedio de 3,5.

Refirió que este es el quinto encuentro que se realiza en el año con los becarios en diferentes puntos del país. "Actualmente, existe una pérdida de becas del 20%, lo cuál es muy preocupante para nosotros. Por eso, les pedimos que comuniquen a la Itaipu en el tiempo establecido si están enfermos o tienen otros problemas. Entonces, vamos a considerar esa comunicación a la hora de evaluar la mantención de la beca", señaló Quevedo.

"Somos un país joven"

Mariela Cuevas, coordinadora del proyecto 5000 Próceres, que ejecuta el programa de devolución social de los becarios resaltó la importancia del accionar consciente de los jóvenes, pues el 60% de la población de nuestro país tiene menos de 30 años. Según la última Encuesta Permanente de Hogares, el 27, 45 por ciento de los paraguayos tiene entre 15 y 30 años.

"Somos un país joven. Lo que nosotros hagamos será fundamental para el cambio", refirió Cuevas. Por otro lado, reflexionó sobre las pérdidas de beca. "Llama la atención estas cifras de pérdida del 20% ¿Qué razones tendrán para perder la beca? Entendemos que la comunicación en este sentido es fundamental, quizá existan problemas que podemos conllevar conjuntamente, porque el derecho al conocimiento y a la educación es un derecho que cada ser humano de este país", expresó.

"Existe voluntad para un mejor futuro"

Rocío Núñez tiene 21 años, es oriunda de Juan E. Oleary, Alto Paraná. Estudia medicina en la Universidad Católica en Villarrica. Es hija de agricultores y afirma que la beca es una ayuda muy grande para su familia. "Es la ayuda que nos ofrece el Estado y demuestra la voluntad que existe de darle un mejor futuro a la juventud, para que podamos llegar a lo que tanto se está buscando, que es el cambio", afirma Rocío.

"Este tipo de encuentro es importante para ir conociéndonos con las personas que pudieran aclararnos las dudas, algunas veces tenemos ciertas inquietudes y no tenemos a quien acudir", señaló.

"Sin la beca, hubiera dejado la carrera"

Miguel Correa es oriundo de Carayao, pero vive en Coronel Oviedo en una vivienda de alquiler. "La ayuda que me da Itaipu es una ayuda muy importante para mi familia y estoy haciendo lo posible para no perder mi beca", cuenta Miguel Correa, al tiempo de comentar que se encuentra en el segundo año de la carrera de Ingeniería en Zootécnica en la Universidad Nacional de Caaguazú.

"Tengo que irme lejos, viajo todos los días, vivo en alquiler y hago un esfuerzo por mantener mi beca. Mi familia vive lejos, no puedo trabajar, porque mañana, tarde y noche estoy en la facultad. Por eso, es de gran ayuda, sin la beca yo habría dejado la carrera", señaló.

"Me gustaría quedarme en mi comunidad"

Liliana Báez tiene 20 años, estudia contabilidad en la UTIC de Caazapá. Afirma que proyecta trabajar en su comunidad dónde se necesitan profesionales de su área para las diferentes instituciones y organizaciones existentes. "El retorno social es importante, sobre todo, teniendo en cuenta que podemos llegar a ser próceres solidarios entendiendo el rol que cumplimos en nuestra sociedad", señaló.

"Yo creo que si termino mi estudio y soy profesional, me voy a desenvolver en mi trabajo y voy a estar capacitada para ayudar y promover el bien común en mi comunidad. Y a mí, me gustaría quedarme en mi comunidad, en Caazapá", explicó.

"No se puede estudiar y trabajar"

Juan Álvarez tiene 19 años. Estudia contabilidad en la Facultad de Ciencias Económicas en Coronel Oviedo. Afirma que la beca es una ayuda importante en la economía de su familia. "Es muy interesante para el desarrollo personal de la juventud; uno termina el colegio y la situación económica es complicada. Yo creo que no hubiera estudiado si no fuera por la beca, porque uno termina el colegio y si no se trabaja no se puede estudiar, y muchas veces, si se tiene trabajo no se puede estudiar porque los horarios coinciden", expresó.

En cuanto al Retorno Social, Juan cree que es justo y contribuirá desde su carrera para la promoción de la buena utilización de los impuestos.

Madres agradecen a Itaipu

"Es muy importante para nuestra familia la ayuda que nos brinda Itaipu, mediante la beca de mi hija. Yo soy viuda y tengo cinco hijos, de los cuáles solo uno no está estudiando", afirma María Mercedes Ferreira, quien acompañó a su hija María Guadalupe, estudiante de la carrera de obstetricia en la Universidad Nacional de Caaguazú.

Ana Margarita de Arzamendia acompañó a su hija Celia Mabel Arévalos, estudiante de medicina de la Universidad Nacional de Caaguazú. "Yo tengo once hijos y no todos han podido estudiar. Por eso estamos acompañando a mi hija y tenemos muchas esperanzas en ella, estudia medicina, siendo hija de un herrero", afirma con orgullo doña Ana Margarita.

Durante el taller, los jóvenes identificaron problemáticas de su comunidad y propusieron acciones para las soluciones. La falta de oportunidad para estudiar, la dificultad para el acceso al empleo; la necesidad de un ambiente más saludable, la necesidad del uso eficiente de electricidad, la falta de infraestructura y la migración de los jóvenes son algunas de las problemáticas ante las cuáles se buscaron acciones que como estudiantes pueden realizar los jóvenes desde sus lugares de estudios y su comunidad.